Ingmar Bergman, el arquitecto de películas existenciales

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Es uno de los directores mas prolíficos de todos los tiempos y ha influido en colegas como Stanley Kubrick, Woody Allen o David Lynch. De origen sueco se formo en el teatro, y sus películas, profundamente intelectuales y sensuales, tratan de cuestiones metafísicas como la mortalidad, la soledad, la fe y el choque entre adolescentes y adultos.

En «Un verano con Mónica» (1953) se entra en un tema recurrente por él: las mujeres y su identidad. En la trilogía «Como un espejo», «Los Comulgantes» y «El Silencio» (1963) se examina la no existencia de Dios.

En su obra se describen las complejidades de la naturaleza humana con un estilo de cámara mágico e incomparable que animaba a los actores a improvisar.
Para no perderse otros films como «Fresas Salvajes» (1957), «El Séptimo Sello» (1957) o «Fanny y Alexander» (1986) por solo mencionar algunas.

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