Lanata agradeció a Héctor Magnetto, a Adrián Suar y a Luis Ventura, con quien destacó que tenía diferencias públicas y judiciales. «Piensen en hacer una carrera, no un éxito, y si fracasan no pasa nada, levántense y sigan peleando», dijo en su mensaje final.
La ceremonia empezó en el lujoso hotel Hilton porteño pasada las 21 de anoche, ante 600 invitados, aunque sin Tinelli, sin Susana y sin Rial. Preso de los nervios, Luis Ventura, el presidente de la Asociación de Periodistas de Televisión y Radiofonía Argentina (Aptra) abrió la ceremonia en su primera vez al frente de los Martín Fierro. Y lo hizo con una aclaración, explicar el motivo de la separación de los premios de la radio en la ceremonia de anoche. «Lo hicimos para darle entidad y autonomía a la radio y no para que sea la hermanita pobre de la televisión», en una frase que le había anticipado a Escenario en el reportaje publicado el domingo.
Leticia Siciliani, la cuñada de Adrián Suar, se llevó el primer premio de la noche, en el rubro revelación. Fue revelador, en rigor, que lo pierda Rita Pauls y María Soldi, de «Historia de un clan». Pero la ficción de Telefe ya tendría reservadas muchas otras alegrías.
Quizá una de las mayores satisfacciones de ese ciclo se lo llevó Verónica Llinás, que fue ninguneada el año pasado en la polémica no-nominación de «Graduados», y se coronó con el Fierro a mejor actriz de reparto.
Jorge Lanata se subió al escenario para recibir el premio a mejor periodístico por «Periodismo para todos», mientras Santiago del Moro miraba resignado por la derrota de «Intratables». Lanata subió entre silbidos, trató de imbéciles a sus detractores en la gala, y hasta hizo un patoterismo innecesario, para cerrar con el pedido de que ojalá sus hijos vean a los ladrones en la cárcel «y que esos ladrones devuelvan todo lo que robaron».
«Este país está como está porque muchas veces nos callamos la boca cuando un imbécil nos patotea», bramó. Al recibir el premio, el periodista desafió a «hablar un poquito de la realidad» y al ser chiflado por algunos de los asistentes respondió: «Los que chiflaron vengan a chiflarme al escenario, no tengo problema. Tengan las bolas de chiflarme. Pido disculpas a los presentes por los imbéciles de atrás».
En tanto, dedicó el premio a el empresario kirchnerista Cristóbal López; a Lázaro y Martín Báez; a la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; a los fiscales Gonella y Casanello; todos denunciados durante su programa.
El tono político, ya antes del premio de Lanata, venía siendo una constante, e incluso con expresiones de solidaridad hacia los despedidos y de reclamos por los puestos laborales perdidos. Uno de ellos fue Sebastián Presta, que cuando se llevó el premio por labor humorística en «Duro de domar» se quejó porque «hace 15 años que trabajo en la tevé y ahora me quedé sin trabajo». El humorista también se expresó en apoyo por la educación pública.
A su turno, el equipo de autores de «Historia de un clan», Javier Van de Couter y Pablo Ramos, que ganaron por mejor libreto, reclamaron por la gente sin trabajo del diario Tiempo Argentino y hasta lanzaron un «que vuelva Cristina». En la vereda de enfrente, Mario Massaccesi lanzó, tras recibir la distinción como mejor cronista: «los periodistas queremos preguntar pero para preguntar tenemos que trabajar».
En un Hilton glamoroso, Mariana Fabbiani y Guido Kaczka demostraron su habitual oficio como conductores y, desde ya, como parece que no podía ser de otra manera, ambos tuvieron su gran momento del otro lado del mostrador. Porque Fabbiani festejó por conducción femenina y «El diario de Mariana» (mejor magazine) y Kaczka perdió como conductor pero ganó por «Los 8 escalones» (entretenimiento).
Joaquín Furriel se llevó el merecido premio por su actuación protagónica masculina en ficción diaria por su rol de político villano de «Entre caníbales», al tiempo que Claudia Fontán alzó la merecida estatuilla como actriz protagónica por su sufrido personaje en «Signos» y «Peligro sin codificar» levantó el trofeo como mejor humorístico. «Dedico el premio a mis compañeros, muchos de los cuales no pudieron venir porque no teníamos un lugar para cada uno de ellos. Queremos volver, estamos en la gatera», dijo Diego Korol.
Los dos momentos más emotivos fueron los homenajes a Guillermo Bredeston, con graves problemas de salud, cuyo premio a la trayectoria lo recibió su esposa Nora Cárpena y sus nietos; y el de Gerardo Sofovich, ovacionado de pie por la mitad del salón. «Todo el mundo sabe quién es mi viejo», dijo emocionado su hijo Gustavo.
Santiago del Moro, uno de los conductores estrella de América, se llevó el premio por conducción masculina, ganándole nada menos que a Marcelo Tinelli, brindó «por la gente que está sin laburo», pidió por un país mejor y dijo «si se sueña se puede, todo es posible. Y vamos Argentina, carajo». Débora Palger, «Animales sueltos» y Jonantan Viale fueron los otros tres triunfadoras de la citada emisora.
Alejandro Awada se llevó el premio a mejor actor con «Historia de un clan», que terminó coronándose como el programa más ganador de la noche, ya que ganó seis premios: unitario, autores, dirección (Luis Ortega), actor de reparto (Tristán), actriz de reparto (Verónica Llinás) y actor protagónico.
Natalia Oreiro fue una de las sorpresas de la noche al ganar como actriz protagónica en ficción diaria por «Entre caníbales». La actriz, que interpretaba a una mujer violada, dijo muy emocionada: «Ni una menos». Lali Espósito, que perdió en este rubro, fue la cabeza de uno de los fracasos de la noche, ya que «Esperanza mía», que con 11 nominaciones era el segundo programa más premiado, se llevó solo tres, por ficción diaria, cortina musical y por el premio revelación.
El Trece, con 15 estatuillas, con el Oro incluido, le ganó en su batalla a Telefe, que cosechó 10, contra las 4 de América, 2 de la Televisión Pública y apenas una sola de Canal 9.
