El extenso río está sufriendo un extraño fenómeno llamado «Extinción del cauce por atarquinamiento», que no le ha ocurrido a ningún otro río en el mundo y que tiene causas que son responsabilidad del hombre.
El Pilcomayo agoniza. Aquel extenso río de 2426 de longitud habitado por un millón y medio de personas para quienes significa una fuente fundamental de vida, se encuentra próximo a desaparecer tras ser afectado por un extraño fenómeno cuya responsabilidad acusa directamente a la voluntad humana.
Actualmente, el río está prácticamente seco. Sufre un fenómeno llamado extinción del cauce por atarquinamiento, que no le ha ocurrido a ningún otro río en el mundo y que tiene causas que son responsabilidad del hombre.
Atraviesa una sequía que es la peor en 19 años y ya obligó al Senado paraguayo a declarar la emergencia ambiental tras la alta mortandad de animales que produjo durante el último tiempo, entre ellos, yacarés y diversas especies de peces. La falta de agua es tan extrema que el río presenta solo barro en su cauce.
Ante la agravante situación, el ministro paraguayo de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, explicó que las causas de la sequía en el río son dos : por un lado, la falta de lluvias en Bolivia, que provoca que la gran cantidad de sedimentos que el río transporta no pueda ser arrastrada y se acumule, extinguiendo el río ; y por otro, una mala gestión de la comisión trinacional encargada de proteger el río.
La naturaleza y la vida humana a la espera, una vez más, de nuevas posibilidades de supervivencia.