En uno de los estudios, 45.000 adultos daneses (de edades entre los 50 y los 65 años) que iban regularmente en bicicleta de forma recreativa o para desplazarse entre su vivienda y su puesto de trabajo tuvieron una cantidad de ataques al corazón entre un 11 y un 18 por ciento menor, en comparación con quienes no la usaban, durante un seguimiento de 20 años de duración (1993-2013).
Este análisis, realizado por el equipo de Anders Grøntved, de la Universidad del Sur de Dinamarca, indica que tan poco como media hora semanal yendo en bicicleta ya proporciona alguna protección contra las enfermedades de arterias coronarias. Además, las personas que fueron en bicicleta durante los primeros cinco años del seguimiento tuvieron un riesgo un 25 por ciento menor de desarrollar enfermedades cardiacas, en comparación con quienes siguieron sin ir en bicicleta durante los 15 años posteriores.
Los investigadores advierten que lo que han hallado no prueba de forma definitiva que ir en bicicleta por placer o para hacer trayectos entre la vivienda y el puesto de trabajo pueda prevenir los ataques al corazón. Sin embargo, están convencidos de que el menor número de problemas cardiovasculares observados entre aquellos sujetos de estudio que sí iban en bicicleta de forma regular es un fuerte indicador de que tal actividad puede mejorar la salud cardiovascular.
