Una de las bases de la denuncia del fiscal era la supuesta crisis energética que atraviesa el país y la necesidad urgente por parte de la presidenta de solucionarla. Distintas miradas sobre el tema.
A partir del primer momento en el que se publicó, la denuncia de Nisman fue blanco de criticas por la falta de fundamentos del eje central de la misma: la supuesta necesidad de brindar impunidad a ciudadanos iraníes involucrados en el atentado a la AMIA para así, realizar un intercambio comercial mayor con Iran a causa de una crisis en el sector energético de Argentina.
Las voces y fundamentos en contra empezaron y siguen sonando: desde el Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), se calificó de “falaz, insostenible y artera” la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la presidenta de la Nación, aludiendo que es “insignificante” la cantidad de petróleo que Argentina importa, calculado en 1,9 por ciento en 2014.
“La argumentación energética y petrolera esgrimida por Nisman, medular para su denuncia es insostenible”, sostuvieron Federico Bernal, director de OETEC, y el especialista en Economía y responsable de Investigación de la organización, Ricardo Dicco, en el informe donde analizaron diferentes variables de la situación energética y refutaron la denuncia de Nisman.
Además un nuevo informe difundido esta semana, indicó que tras la firma del Memorándum, la exportación de productos argentinos a suelo iraní decayó, sumando más contradicción al argumento de la denuncia del fiscal contra Cristina Kirchner.
A su vez, se sumó el ministro de planificación, Julio de Vido, quien en declaraciones al diario Página12, negó que exista tal crisis energética
Sin embargo, es sabido por todos los residentes de las grandes ciudades del país, que los cortes de luz en el verano son moneda corriente, pero según explican, no tiene que ver con la falta de importación, sino con un mal manejo de la producción interna: pese a los intentos por revertir el deterioro energético, la tendencia declinante en la producción de petróleo y gas persistió. En 2013 tanto la producción de petróleo como de gas se contrajeron, y en los primeros ocho meses del 2014 la producción de ambos hidrocarburos se contrajo nuevamente.
A esta compleja situación, se sumaron dos elementos nuevos: la caída en el precio internacional del petróleo a nivel mundial y la modificación de la Ley de Hidrocarburos, que aun estaría en un periodo de prueba.
La Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA–CTA) se encarga desde hace tiempo de reclamar por los frecuentes cortes de luz, e indica que se involucra al Estado, al Gobierno y a las empresas privadas Edesur y Edenor.
Como opinión final del sector, a la culpabilidad de los cortes de luz en nuestro país, declararon que “La energía deben garantizarla empresas públicas de propiedad estatal y control popular, solo así se garantizaría que la calidad de vida de los usuarios, tenga mayor importancia que el resultado económico de las empresas”.
Lo cierto es que, pese a las distintas posturas, el eje central de la denuncia de Nisman no era tan sustentable como lo parecía en un primer momento.
