La inestabilidad política de Japón: siete jefes de Gobierno desde 2006

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Con Shinzo Abe ocupando dos veces el cargo, el archipiélago nipón ha tenido siete jefes de Gobierno desde 2006, cuando Junichiro Koizumi, del conservador Partido Liberal Democrático (PLD), renunció al cargo tras ser reelegido por mayoría absoluta en septiembre de 2005 y un inédito mandato de cinco años.

Desde entonces, sus sucesores apenas han durado un año en el puesto, empezando por Shinzo Abe, a quien los escándalos de corrupción le minaron la salud entre 2006 y 2007, siguiendo por el gris proceso de transición de Yasuo Fukuda entre 2007 y 2008 y terminando por Taro Aso, quien en agosto de 2009 perdió las elecciones ante el Partido Demócrata de Japón (PDJ).

Enarbolando un programa eminentemente social, dicha formación socialdemócrata cosechó entonces una victoria histórica al acabar con la larga hegemonía conservadora gracias al espíritu renovador que parecía personalizar su candidato, Yukio Hatoyama, con su triunfo, encarnaba las ganas de cambio de la sociedad nipona y liquidaba medio siglo de régimen del PLD, en el poder desde 1955 con la excepción de un periodo de once meses entre 1993 y 1994.

Sin embargo, Hatoyama no duró ni un año como primer ministro y se vio obligado a dimitir al no poder cumplir sus intenciones de cerrar la base americana de Okinawa, en junio de 2010 le sustituyó Naoto Kan, quien tuvo que enfrentarse a la crisis más grave que ha sufrido Japón desde el final de la Segunda Guerra Mundial con el devastador tsunami de marzo de 2011, que se cobró casi 19.000 vidas, obligó a la evacuación de 160.000 personas y dañó tres de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima 1, cuyos núcleos se fundieron total o parcialmente y aún no han sido retirados del terreno. Desde entonces, cerca de 80.000 vecinos que vivían en un perímetro de 20 kilómetros alrededor de la planta han tenido que abandonar sus casas por la alta radiación y no saben cuándo regresarán a sus hogares, si es que algún día pueden hacerlo.

En agosto de 2011, Yoshihiko Noda sustituyó a Naoto Kan como primer ministro con la intención de agotar la legislatura, que debía concluir en verano de 2013, pero finalmente, se vio obligado a adelantar las elecciones a finales de 2012 por el fuerte rechazo social que generó su plan de aumentar un 5 por ciento el IVA vigente en Japón, que fue finalmente aprobado por el Parlamento.

El conservador Shinzo Abe ganó dichas elecciones con la promesa de animar la alicaída economía nipona mediante la relajación de la política monetaria y el aumento del gasto público, tan solo dos años después, la mala marcha de la economía también le ha obligado a adelantar los comicios a mitad de camino en  su mandato.