El Granate perdía 1-2 ante Arsenal al 90+5 minutos, y llegó el empate de Diego González que desató la protesta incontrolable del banco local. Cuando se calmó la situación Andrés Merlos decidió que debían jugarse dos minutos más, pero fue para peor porque Lautaro Acosta dio vuelta el partido en el noveno minuto de recupero para el 3-2 final.
Con este puntaje Lanús quedó a un punto de River, quien el domingo a última hora visitará a Vélez. Tanto los de Guillermo Barros Schelotto como los Millonarios jugarán el miércoles el partido suspendido de la jornada anterior, los primeros el segundo tiempo que falta ante Tigre, y los de Marcelo Gallardo frente a Estudiantes. Los de Sarandí hubiesen ganado fuera de casa por primera vez después de quince fechas, pero se mantienen décimos con 18 unidades.
El partido comenzó aventajando a los locales, quienes a los nueve minutos tomaron la delantera después del gol de Romero al aprovechar el rebote que dejó Esteban Andrada después del pase flotado de Leandro Somoza para Acosta.
Pero el conjunto de Martín Palermo creció, y al cuarto de hora Brahian Alemán empató el marcador al bajar la pelota con el pecho peleando la posición con Somoza, y luego de afuera del área definió al ángulo inferior derecho de Agustín Marchesín. Y diez minutos después Ramiro Carrera dio vuelta el marcador tras una pared con taco incluido de Emilio Zelaya.
El segundo tiempo fue mucho más chato, con Alemán siendo cada vez más figura con sus grandes pases a Ramiro Carrera. Pero al mismo tiempo que Lanús dejaba menos hombres en el fondo, los del Viaducto eran menos en ataque, por lo que no pudieron aprovechar los espacios.
Mientras tanto en la otra área, el ingresado Víctor Ayala tuvo chance tras chance de empatar, pero los disparos se iban apenas desviados o contenidos por Andrada. Hasta que ocurrió la situación del empate apenas pasados los cinco minutos del tiempo recuperado, cuando González encontró el rebote luego de un córner. Y después Acosta también tuvo el arco abierto para el definitivo 3-2, después de que entre los jugadores locales se molestaran para definir con la portería vacía y luego del rebote que dejó Romero, quien previamente la había acomodado con la mano.
Esto llevó a que todo el cuerpo técnico y jugadores del Arse fueran a discutirle a Merlos y sus asistentes, quienes no pudieron siquiera dar el pitazo final porque estaba rodeado de camisetas blancas, que incluso llegaron a empujarse con algunos jugadores de Lanús.
