Lapidario informe que demuestra que en la era «K» se destinó más dinero a los ricos que a los pobres

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Un informe elaborado en el Ministerio de Hacienda, como parte de los trabajos preliminares de la redacción del Presupuesto Nacional 2018, cuestiona la «mala focalización de los subsidios» en los últimos años y sostiene que «especialmente grave fue que se destinó más dinero a los ricos que a los pobres».

«La distribución de subsidios no fue focalizada en quienes más lo necesitan», dice el informe, que cita en su respaldo investigaciones realizadas por el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad Nacional de La Plata.

El decil 1 de ingresos, el 10% más pobre de la sociedad, recibió apenas 8,5% de los subsidios en Electricidad durante 2012-13 (contra 11,8% el decil 10, el más rico); y 3,1% en Ferrocarriles (frente a 12%).

El caso extremo constatado por Hacienda es el de Transporte Aéreo, donde los subsidios no llegaron (fueron de 0%) al decil 1 y favorecieron en un 33% al decil 10.

Luego, las ayudas en los servicios de Gas en Red fueron de apenas 5% para los más desfavorecidos (frente a 24,9% de los más acomodados); y de 3,3% en Agua (contra 20,6% en la otra punta), puntualizan en Hacienda.

El análisis de los colaboradores del ministro Nicolás Dujovne, al que accedió Télam, se titula «La década perdida en números» y precisa que «entre 2012 y 2015 se gastaron en subsidios al gas, electricidad, agua y transporte un total de US$ 81.650 millones (es decir, un promedio anual de US$ 20.412 millones)».

En promedio, las subvenciones estatales -que tuvieron un pico de US$ 21.224 millones en 2014- fueron en un 40% a electricidad; 29,3% a gas; 28,2% a transporte (automotor, ferroviario y aerocomercial); y 2,5% a agua.

Sólo en el ítem Gas Envasado se observa un criterio de progresividad, ya que el 20,1% de los subsidios benefició a los más pobres frente a 1,9% orientado al decil 10.

En el ítem Transporte Automotor de Pasajeros la situación fue más pareja entre todos los deciles, aunque el que reúne al 10% más rico recibió 6,6% de los subsidios, y el uno apenas un poco más: 9,4%.

El informe de Hacienda sostiene que el 10% de la población de menos recursos recibió en el período 2012-15 un total de US$ 5.743 millones, mientras en la otra punta, el 10% con mayores recursos vio paradójicamente reforzados sus ingresos con subsidios estatales por un 117% más, es decir, US$ 12.500 millones.

El análisis proyecta luego un hipotético escenario en el caso de que «se hubieran focalizado correctamente los subsidios en los deciles que más lo necesitan y se hubiera usado ese ahorro en inversión en infraestructura».

De haberse concentrado las ayudas en los deciles 1 a 3, los ahorros estatales sumarían US$ 63.100 millones y se hubieran podido construir, en forma alternativa, 164 mil jardines de infantes; 38.769 escuelas primarias; 45 mil escuelas media; o 37.546 escuelas técnicas.

Con el mismo monto de ahorro no concretado durante 2012-15, calculan en Hacienda, se hubiesen construido 1.511 hospitales de 15.000 metros cuadrados con servicios de alta complejidad; o bien, 48.490 kilómetros de ruta; o 34.045 bibliotecas universitarias.

Para graficar la magnitud de los subsidios mal enfocados, el estudio ministerial concluye que su orientación correcta hubiera permitido impulsar proyectos de urbanización por el equivalente a 155 veces la villa 31, el asentamiento del barrio porteño de Retiro.