La joven alcaldesa de la ciudad brasileña de Bom Jardim, Lidiane Leite, fue acusada por corrupción, por lo que decidió darse a la fuga. Sin embargo, luego de más de un mes, se entregó a la Justicia.
Su caso se hizo conocido porque, según trascendió, gobernaba enviando instrucciones a través de WhatsApp, dado que ni siquiera vivía en la ciudad. Además, fue acusada de desviar recursos del Estado destinados a la alimentación de las escuelas municipales.
Leite fue elegida alcaldesa de Bom Jardim en 2012. Sin embargo, los investigadores determinaron que la joven residía hace bastante tiempo en Sao Luis, la capital de Maranhao, desde donde enviaba mensajes por WhatsApp a su gabinete dando instrucciones de gobierno.
La política no tenía cuidado en esconder su situación real, todo lo contrario: constantemente publicaba fotos en sus cuentas de las redes sociales en las que exponía su alto nivel de vida en Maranhao.
Luego de 39 días de búsqueda, Leite llegó a ser persona identificada por Interpol. Sin embargo, terminó entregándose a la Justicia acompañada por tres abogados.
