Los números del Vasco

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Arruabarrena parece estar en Boca desde hace mucho tiempo, y aunque es solo un parecer, el flamante técnico del Xeneize está invicto desde su llegada.

Desde aquel partido contra Vélez por la quinta fecha, el Vasco no para de conseguir buenos resultados. Con el partido por terminar de Racing (quedan ’34 por jugarse), Arruabarrena ya tiene 6 partidos al mando de este Boca que viene invicto.

En total, su Boca convirtió 10 goles, contando Sudamericana y torneo local. Por otro lado, le convierten poco, como resultado de lo poco que le llegan. Tan solo le convirtieron 3 goles. Además, el porcentaje de posesión de pelota lo domina en todos los partidos, exceptuando el último con Banfield, donde sufrió más de la cuenta.

Si tenemos en cuenta la cantidad de llegadas al arco, Boca ha mejorado notablemente su promedio de gol. Como consecuencia de esto, el equipo se muestra más sólido, y no se cae tan rápido.

Entre los méritos de Rodolfo Arruabarrena, se puede observar el ingreso de los refuerzos (Meli, que aporta recuperación y auxilio en el mediocampo; Chávez, que aporta goles de calidad y dinamismo en el ataque; Echeverría, que le da confianza y solidez al fondo de Boca). Pero eso no es todo, el Vasco acertó en ciertos cambios que le dieron un aire futbolístico al equipo. La entrada de Colazo por Zárate le dio marca y salida al fondo de Boca. Por otro lado, la salida de Grana por el ingreso de Marín trajo potencia tanto ofensiva como defensiva por el sector derecho, que había quedado huérfano con el retiro de Hugo Ibarra.

En el mediocampo, Erbes empezó a jugar de número cinco, para recuperar la pelota y así, darle aire a Gago para que formulara juego. El último gran acierto del Vasco  tiene que ver con la ofensiva, el nuevo esquema (4-2-3-1) le dio a Calleri la oportunidad de adueñarse de la ofensiva de Boca. Pero lejos de hacer goles, el delantero juega de pivot, para asistir a los extremos y llegar más fácil y rápido al gol.

Es así que este Boca, a pesar de sus fallas, promete seguir mejorando y, de cara a un superclásico emocionante, podríamos llegar a vivir uno de los mejores de lo que va de la década.

Julián Groppo