Lunes y un comienzo de semana en positivo

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Wall Street cerró hoy con ganancias y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió un 0,39 % animado por un dato mejor de lo esperado sobre la evolución del mercado inmobiliario.

Ese índice sumó 67,78 puntos y cerró en 17.544,18 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 avanzó un 0,52 % hasta 2.102,44 enteros y el índice compuesto del mercado Nasdaq subió un 0,86 % hasta 5.091,70 puntos.

Los operadores en el parqué neoyorquino terminaron en positivo después de una sesión volátil en la que el Dow llegó a perder más de 100 puntos en la primera media hora de contrataciones, y en la que estuvieron pendientes de una nueva caída del precio del petróleo.

El dato económico positivo del día, que impulsó al alza a los tres indicadores de referencia de Wall Street, fue un aumento de la confianza de los constructores de viviendas en el país en agosto hasta su nivel más alto en nueve años.

En un segundo plano quedó la caída de la actividad del sector manufacturero en el estado de Nueva York, que se situó este mes en -14,9 puntos, su nivel más bajo desde agosto de 2009, golpeado por un acusado descenso en la demanda de nuevos pedidos.

Los inversores también estuvieron pendientes de las materias primas y el barril de Texas caía un 1,48 % hasta los 41,87 dólares tras la clausura de los mercados financieros, mientras que el crudo Brent perdía un 0,89 % y se cambiaba a 48,74 dólares.

Este nuevo descenso impactó en el sector energético, que bajó en su conjunto un 0,08 % en Wall Street, y Chevron (-2,04 %) lideró las pérdidas en el Dow Jones por delante de Walmart (-0,65 %), Cisco Systems (-0,60 %), Boeing (-0,45 %) y Procter & Gamble (-0,12 %).

El grupo sanitario UnitedHealth (2,35 %) encabezó las ganancias, por delante de Disney (1,76 %), McDonald’s (1,42 %), Apple (1,10 %), Johnson & Johnson (1,06 %), Merck (0,93 %), Microsoft (0,77 %), DuPont (0,76 %), 3M (0,67 %) o United Technologies (0,58 %).

Y al cierre de la sesión bursátil, el oro avanzaba a 1.116,9 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años retrocedía al 2,170 % y el dólar ganaba terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,1080 dólares.