Martín Lanatta puso en jaque al Jefe de Gabinete

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Martín Lanatta está condenado a prisión perpetua, acusado de haber sido autor material del triple crimen de General Rodríguez. Habló con Jorge Lanata para Periodismo para todos y acusó a Aníbal Fernández de haber recibido dinero del narcotráfico y de haber sido autor ideológico del triple crimen.

«Lo conozco del año 95, teníamos un taller al lado de la casa de él», dijo Lanatta sobre Fernández. «Después retomo el contacto cuando entré en el Registro nacional de armas», agregó. «Yo recaudaba, hacía trámites», dijo, y explicó que recaudaba «de manera paralela».

Uno de sus clientes fue Sebastián Forza. «Él ya tenía la portación por empresa y yo le dije que la haga personal. Él estaba en la droguería, me comenta que lo estaban persguiendo, que en cualquier momento iba en cana. ‘Drogas peligrosas me tiene loco, policías. Necesito hablar con alguien’, me dijo. Yo tenía un socio que era comisario general, pensamos que había que hablar con el jefe de policía, que estaba en la órbita de Aníbal Fernández (en ese entonces era ministro de Justicia)», relató.

«Aníbal me dice, ‘este pibe es un desprolijo, ya tenía que estar en cana. Para sentarse a hablar conmigo tiene que poner 250 mil dólares. Si no, que ni me moleste. Yo le conté las costillas y sé cuánta plata juntó'», afirmó Lanatta. Aseguró que en esa reunión estaban ellos dos y Andrés Meiszner, titular del Renar.

«Me dijo que tenía la plata, fui a la casa a buscarla», contó luego. Durante el juicio, Solange Bellone, la viuda de Forza, se refirió a esa entrega de dinero. «Me dijo, ‘ahora me van a dejar tranquilo porque arreglé con alguien para que no me molesten más, le pagué a alguien una plata para estar más tranquilo'», indicó la mujer. Más adelante, en el juicio, refirió que Forza hablaba de pagarle a «la morsa», quien según Lanatta sería Aníbal Fernández.

Después de la entrega del dinero se habría dado la reunión con Fernández, en el Departamento central de Policía. «Forza empezó con 1500 preguntas. Aníbal le dice, ‘nene, primero vamos a poner el caballo delante del carro porque muchas luces no tenés, me tenes que escuchar a mí'», relató Lanatta, y siguió: «Le pidió a Forza que lé de toda la información que tenía sobre la mafia de los medicamentos porque quería desbaratarla. Dejó en contacto a Forza con un tal Máximo, para que se manejaran entre ellos».

Según Lanatta, esta persona, de Inteligencia, «empezó a meterse de lleno en el negocio». Aclaró: «Empezó a coordinar la entrada al negocio de la efedrina aprovechando los contactos de Forza».

Aníbal Fernández aseguró no conocer a Lanatta. «Elisa Carrió tenía la fuente de información, me empezó a vincular con el tema. Yo lo salpicaba a él y negó todo».

«Quien da la orden de la muerte es Aníbal Fernández, no Pérez Corradi. Él era el financista, no estaba enemistado a muerte. Un tipo al que le deben 2 millones de mangos, ¿te quiere vivo o muerto? ¿El muerto paga?», dijo el entrevistado. «El negocio de la efedrina se lo queda en su totalidad Aníbal con la gente de inteligencia», agregó, y afirmó: «El crimen lo instrumentó con esta persona de inteligencia».

«No hablé en el juicio por asesoramiento de los abogados y por el tipo que está enfrente. Tenía todo para salir, no hay elementos de cargo en contra mío. Yo sabía que no tenía que nombrarlos», afirmó Lanatta. «Voy a pedir el resguardo que tengo que pedir. Sé lo que es y va por todo. Hasta la médula, y no para por nada. No puede decir que no me conoce, le doy un careo en la sede judicial, tengo testigos de todo lo que digo», agregó sobre Fernández.