Fue a causa de un proyectil del Ejército israelí que impactó contra una garita centinela
A causa de ello falleció un casco azul de la ONU de nacionalidad española, que se encontraba realizando una guardia.
Los cascos azules son enviados “pacificadores” del organismo a través de distintas misiones alrededor del mundo, hacia aquellas zonas que requieren una vigilia y ayuda especial por conflictos no solucionados.
Si bien se afirmó en diversos medios que el ataque fue por parte de Israel, el Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de urgencia, anunció que aun se reserva su opinión, e indicaron que será llevada a cabo una investigación para aclarar si fue por fuego israelí o de la milicia libanesa Hizbulá.
En general, el Ejército Israelí suele avisar a la FINUL cuando va a lanzar un ataque, pero en esta ocasión no lo hizo. Se cree que fue porque el ataque fue una respuesta a la emboscada que sufrió un convoy israelí por partes del grupo chií Hezbolá.
En un comunicado, la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Sigrid Kaag, expresó su “profundo pesar” e instó a “todas las partes a la contención para evitar cualquier acción que pueda desestabilizar aún más la situación”. A la vez, recomendó a todas las partes “cumplir sus obligaciones en conformidad con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU” que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah, que en 33 días dejó 1.200 muertos del lado libanés y 164 israelíes.
A pesar del intento realizado por dicho organismo desde el 2006, las situaciones se vuelven tensas fácilmente de nuevo: desde el pasado 18 de Enero, Israel concentró tropas en el área y extremó las medidas de seguridad, tras atacar desde un avión no tripulado a un vehículo de Hezbollah que circulaba por la parte siria de la meseta.
