Obama declaró a Venezuela como una «amenaza nacional»

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El Gobierno de Estados Unidos impuso este lunes sanciones a siete funcionarios venezolanos, presuntamente culpables de violaciones de derechos humanos y de corrupción en su país, anunció la Casa Blanca.

El Congreso de Estados Unidos ya había aprobado el pasado 10 de diciembre esas sanciones con la llamada Ley de defensa de derechos humanos y sociedad civil de 2014 de Venezuela, que el presidente Barack Obama ratificó el 18 de diciembre.

Se trata del comandante Antonio José Benavides Torres, el director general de la inteligencia Gustavo Enrique González López, el ex comandante Justo José Noguera Pietri, la fiscal Katherine Nayarith Haringhton Padrón, el director de la Policía Nacional Manuel Eduardo Pérez Urdaneta, el jefe de brigada Manuel Gregorio Bernal Martínez y el inspector general de las Fuerzas Armadas Miguel Alcides Vivas Landino.

“Los funcionarios de Venezuela del pasado y presente que violen los derechos humanos de ciudadanos venezolanos y que se involucren en actos de corrupción pública no serán bienvenidos aquí, y ahora tenemos las herramientas para bloquear sus bienes y su uso de los sistemas financieros de Estados Unidos”, aseguró Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca a través de un comunicado.

“Los problemas de Venezuela no se pueden resolver criminalizando la disidencia”, afirmó Earnest, quien hizo un llamado al Gobierno de Venezuela a que “libere a todos los prisioneros políticos, que incluyen a docenas de estudiantes, al líder de la oposición, Leopoldo López y los alcaldes Daniel Ceballos y Antonio Ledezma”.

A los funcionarios venezolanos afectados por las sanciones se les bloquearán o congelarán las propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos y se les prohibirá la entrada al país. Además se prohibirá a los estadounidenses que hagan negocios con ellos, precisó la Casa Blanca.

La crisis en Venezuela comenzó en febrero de 2014 con las manifestaciones de la oposición para protestar por la inseguridad, la violencia, el alto nivel de la inflación, la falta de libertades y la escasez de productos básicos. Las protestas dejaron 43 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos. Algunos de estos apresados, como el líder de la oposición Leopoldo López, todavía siguen en prisión sin juicio.

La tensión entre Caracas y Washington ha aumentado en los últimos días. El presidente venezolano Nicolás Maduro ha acusado a Estados Unidos de estar detrás de un presunto golpe para derrocarlo. Washington lo ha negado.