El proyecto de interiorismo Oficinas Piso 17, Torre B, Parque Titanium, representó el desafío de proyectar un espacio de trabajo que promueva la integración y el desarrollo de las personas que lo habiten. La propuesta de arquitectura, que se resuelve dentro de un volumen construido, integra los criterios del diseño de planta abierta, u open plan. Este término ha de referir no solo a las cualidades físicas del espacio laboral, sino también a la ideología de la corporación moderna –definida por Peter Drucker desde mediados del siglo XX – y sobre la cual se estructura el diseño de espacios de trabajo del siglo XXI.
Como resultado de las transformaciones ideológicas y físicas, el espacio de trabajo contemporáneo esta entendido como la superficie que acoge a la cultura laboral. De esta forma, ya no se habla de labor en su naturaleza simple, sino, de cultura laboral en su naturaleza compuesta.
Actualmente, el lugar de trabajo, sobrepasa las anteriores directrices de racionalidad, orden y función, incorporando nuevos valores que se soportan en el proyecto colaborativo y ambientes que inviten al intercambio de ideas.
Bajo esta premisa, el partido general surge a partir de 3 puntos focales que determinan la geometría del edificio. Estos puntos concentran los programas de mayor colaboración grupal e intercambio interdisciplinar hacia el perímetro de la planta, en relación directa a las ventanas, maximizando la iluminación natural y las vistas apaisadas que inspiran a la productividad y creatividad del equipo.
La racionalidad del perímetro de oficinas se contrapone a la fluidez del núcleo central, que alberga las actividades programáticas complementarias: cocina, coffee corner, espacios de reunión informal, zona de servicios, y otros. La propuesta de interiorismo busca dialogar con la solución formal del Parque Titanium. Los trazos orgánicos del proyecto reconocen el sentido de movimiento y sinuosidad geométrica del conjunto, patente en su solución de arquitectura y propuesta de paisajismo.
El proyecto se interpreta como un recorrido; un circuito que le otorga fluidez al espacio, unificando las variadas modalidades de trabajo que definen la estructura funcional y organizacional de la empresa. En este propósito, las estaciones laborales se organizan hacia el perímetro aprovechando la luz natural como un elemento dinámico, que trasciende del exterior hasta el corazón del proyecto, gracias a la transparencia de las divisiones interiores, construidas en quiebravistas de madera.
Esta cortina, compuesta por piezas de MDF enchapadas en Cedro Aranna rotadas en 45° sobre su eje vertical, crea el límite entre lo cerrado y lo abierto tras el ritmo continuo de celosías verticales que hacen del recorrido una experiencia. Un trayecto de exploración, donde la mirada de quien recorre va descubriendo los recintos dispuestos en todo el trayecto.
El criterio imperante en términos de eficiencia energética es la maximización de la iluminación natural. La disposición secuencial de las oficinas en torno al perímetro de la planta garantiza luz natural en las zonas de trabajo formal, reduciendo así la demanda de iluminación artificial durante el día. Asimismo, se optaron por artefactos sanitarios y luminarias de bajo consumo, incorporando sensores que permiten el uso eficiente del agua y electricidad. Todos estos criterios impactan positivamente en la rentabilidad económica del proyecto.
Los distintos modos de ocupación fueron considerados de acuerdo a al criterio de diseño para oficinas open plan, en el cual se propone un programa mixto de áreas privadas y de orden colaborativo.
