OMS alerta: «Los antibióticos deben manejarse con cuidado»

Desde hace tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las entidades científicas, advierten con preocupación la resistencia bacteriológica a los antibióticos, señalando pautas al ámbito académico, médico, veterinario y farmacéutico, entre otros sectores.

El hábito de tomar antibióticos sin ser recetados, interrumpir el tratamiento con los primeros síntomas de mejoría, automedicarse, o compartir con otra persona los sobrantes del tratamiento, crearon una crisis mundial.

Esta semana la OMS presentó un último informe sobre el riesgo, e instó a combatir con más dureza la resistencia de las bacterias a los antibióticos, por el inmenso peligro para la salud que representa.

El organismo comprobó que las superbacterias pueblan los hospitales y las unidades de cuidados intensivos del mundo entero y si no se hace nada a nivel global la humanidad se dirige hacia una era post antibióticos en la que las infecciones comunes volverán a matar. Es que la llamada «antibioresistencia», aparece cuando una bacteria evoluciona y se vuelve resistente a los antibióticos utilizados para tratar infecciones. Esto se debe al consumo excesivo de antibióticos y a su mal uso, pero la gente cree erróneamente que la resistencia sólo afecta a los que abusan de los antibióticos, cuando en realidad el peligro es de todos.

En abril, la OMS lamentó que los servicios de sanidad no tomen en cuenta el mal uso de los antibióticos, lo que aumenta la resistencia a los medicamentos y provoca muertes por enfermedades curables.

También la Sociedad Argentina de Infectología pidió en junio pasado que los médicos limiten la prescripción de antibióticos, acorde con el lanzamiento de un plan mundial contra la resistencia a los antibióticos.

A la vez los ministerios de Agricultura y de Salud lanzaron una Estrategia Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana que busca garantizar un uso responsable de los antibióticos en humanos y animales. Esta crisis plantea uno de los desafíos sanitarios más grandes del siglo XXI, porque se necesita un cambio a nivel mundial del comportamiento tanto de los individuos como de las sociedades.

El primer objetivo es luchar contra los ideas falsas, ya que se piensa, por ejemplo, que la resistencia se produce cuando el organismo se convierte en resistente a los antibióticos, pero en realidad se trata de bacterias difíciles de eliminar porque evolucionaron, y no de humanos o animales que se convierten en resistentes a los antibióticos de un día para otro.