Paradero de buses en Kressbad

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El autobús: La parada de Krumbach fue iniciada por el municipio de Krumbach, el Instituto de Arquitectura Vorarlberger (VAI) y el Architekturzentrum de Viena (AZW), en el año 2012. A principios de 2013 siete oficinas de arquitectos fueron invitadas a diseñar un paradero de autobús cada una y a colaborar con arquitectos locales durante el período de aplicación y de construcción. Los arquitectos no tenían más limitaciones que las escalas, que tenían que armonizar con el entorno que rodeaba a la propuesta. Se invitó a los siguientes arquitectos; Wang Shu / Amateur Architecture Studio, Smiljan Radic, Sou Fujimoto, Alexander Brodsky, Ensemble Studio, Atelier Vylder Winck Taillieu y nuestro estudio Rintala Eggertsson Architects, de los cuales todos aceptaron la asignación.

El lugar elegido para nuestra contribución al paradero de autobús se encuentra a 1,4 km al oeste del centro del municipio de Krumbach, en un lugar llamado Kressbad. Además de la propia parada de autobús, la principal atracción en este sitio es una cancha de tenis y una casa club para el club local de tenis que organiza cursos y alberga algunos pequeños torneos amateurs de vez en cuando. En nuestra aproximación a la tarea de diseñar un refugio para los pasajeros del autobús, nos sentimos obligados a hacer frente a esta importante actividad, dando una segunda función al edificio; una tribuna desde donde se puede observar un partido de tenis.

Esto llevó a la búsqueda de una respuesta formal / funcional para el doble programa. Durante nuestro viaje de análisis a Bregenzerwald, en la primera etapa de trabajo, aprendimos acerca de la tradición local constructiva de combinar más de una función en un mismo lugar – por lo general la vivienda y los puestos de venta de animales. Esta tipología de construcción se ve ampliamente por la zona y se convirtió pronto en una inspiración importante para nosotros, por lo que decidimos combinar las dos funciones que teníamos en un solo edificio.

En nuestro enfoque con respecto al sitio en Kressbad consideramos elevar la plataforma de observación de la cancha de tenis a una posición más alta que la valla que la rodea; una solución que dio lugar a una separación de las funciones en dos volúmenes. Con esta organización ambas funciones se comprendían con mayor facilidad; y a partir de la distribución fue modelada la forma.

Fiel a la inspiración original de la arquitectura vernácula, queríamos mantener la lectura del volumen como un solo edificio, con un mismo revestimiento y forma e inclinación de techo. La elección de los materiales cayó naturalmente en tejas de madera, una técnica con una larga tradición en la zona, que da a los edificios una apariencia corpórea, muy adecuada a nuestro edificio.

Todos los materiales para el paradero en Kressbad son de origen local y elaborados por carpinteros del lugar. Las tejas de madera fueron hechas por los miembros de la orquesta musical del área, que se ofrecieron voluntariamente para hacer el trabajo como un gesto hacia la comunidad.