Los festejos se realizarán en el centro clandestino conocido como El Chalet, espacio que funcionó en los años de dictadura en nuestro país, como lugar en donde se cometieron secuestros, torturas y asesinatos de cientos de personas.
Una fuerte polémica se desató tras la iniciativa de que la Fuerza Aérea de Morón festeje el próximo Día del Niño en un ex centro clandestino de detención, conocido como El Chalet. El espacio había sido sede de secuestros, torturas y asesinatos de cientos de personas durante la última dictadura militar en Argentina.
Los festejos se realizarán durante la segunda semana de agosto en el hospital Posadas, según revelaron diarios locales. El escándalo surge porque el director de la institución, Carlos Di Pietrantonio, cercano al ministro de Salud Jorge Lemus, decidió convocar una banda militar de la Fuerza Aérea.
El «festejo» será en el hall central del hospital, donde actualmente existe un muro con las fotos y un monumento en memoria de los detenidos desaparecidos. Este gesto despertó el rechazo de familiares de víctimas de la dictadura.
«Presentamos una nota a la dirección del hospital explicando la historia de lo que sucedió acá a las nuevas autoridades. Les damos el beneficio de la duda de que tal vez no conocen la historia del Posadas, y pedimos que lo revean», señaló a Tiempo Zulema Chester, integrante de la Dirección de Derechos Humanos del Posadas e hija de Jacobo Chester, el asesinado secretario administrativo del hospital.
En marzo de 1976, Reynaldo Benito Bignone encabezó un operativo con tanques y helicópteros para tomar el hospital por la fuerza, con el argumento de que allí funcionaba una ‘posta sanitaria’ del ERP. Cincuenta trabajadores y dirigentes gremiales del hospital fueron detenidos ilegalmente. Luego la intervención pasó a manos de la Fuerza Aérea, que tenía el control operacional de la zona, donde instaló centros clandestinos como Mansión Seré, VII Brigada Aérea, comisarías y el Chalet del Hospital Posadas.
Como antecedente, hace días, en los actos por el Bicentenario, la banda militar del Ejército tocó para los chicos del jardín del hospital, donde asisten los hijos de los trabajadores. «Me enteré por la pagina web porque no hubo publicidad sobre eso. Fue horrible, nunca se me hubiese ocurrido que iba a ver una criatura con una gorra militar en el jardín», reconoció Fabia Ruiz Vargas, hija de Josefina Pedemontede Ruiz Vargas, trabajadora de esa guardería que en la actualidad continúa desaparecida.