La Policía de la Provincia de Santa Cruz sigue autoacuartelada en las ciudades de Río Gallegos y Caleta Olivia en reclamo de aumentos salariales .
Rechazaron hoy que busquen «desestabilizar al Gobierno» santacruceño o «ir por la cabeza de nadie», aunque advirtieron que llevarán adelante la medida de fuerza «hasta las últimas consecuencias».
El oficial Alejandro Ojeda, vocero de los uniformados autoacuartelados en la seccional de Caleta Olivia, aseguró que el «conflicto es netamente salarial» y advirtió que la protesta seguirá «hasta las últimas consecuencias», es decir, «hasta que el gobierno (de Daniel Peralta) nos dé un aumento o nos sumarie a todos, entonces nos van a tener que echar a todos».
No obstante, Ojeda se encargó de aclarar: «Respetamos el uniforme, sabemos que somos auxiliares de la Justicia y nunca incitaríamos a la violencia o a que la gente cometa delitos. Si hay saqueos, más allá de que estemos en una medida de fuerza, vamos a salir a la calle a frenarlos», advirtió.
En declaraciones a radio América, el oficial descalificó las denuncias del gobierno provincial acerca de que la medida policial apunta a una «situación desestabilizadora» de parte de los uniformados.
«El conflicto es netamente salarial, más allá de lo que está diciendo el gobierno, que salen siempre a empobrecerse ellos (diciendo) que todos están en contra de ellos», replicó.
Ojeda sostuvo que la medida «no es para desestabilizar a un gobierno, ni para sacar una cúpula policial ni para ir por la cabeza de nadie» e insistió en expresar que la demanda es netamente salarial: «El policía hoy por hoy tiene una realidad económica muy precaria» en la provincia de Santa Cruz, aseguró.
A todo esto el Gobierno Nacional envió a la Gendarmería para reemplazar a la fuerza policial.
