Post Copa: Reflexión celeste y blanca

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por Santiago Gallego

Antes de empezar, hay que aclarar que dicho análisis de dividirá en 2 secciones. La primera está conformada con los ítems “Lo que esperaba” y “lo que pasó”. El segundo está compuesto por “a mantener” seguido de “a cambiar” y finalizando con “a mejorar”.

Lo que esperaba

Sin dudas, La Bombonera es una cancha complicada aun sin la presencia de su gente, por lo cual, la misión de conseguir los tres puntos no era nada sencillo. Con el esquema 4-4-2 atacando con Licha y Roger Martínez, una dupla muy fructífera contra el Bolívar. Por los costados, Romero y De Paul aportando la dosis de fútbol necesaria para manejar la pelota y generar jugadas peligrosas. En cuanto al doble cinco, frente a la ausencia de Cerro, Vismara se llevaba todas las fichas de ser su reemplazante.

Pasando a lo propiamente futbolístico, era muy probable que Racing se metiera atrás esperando que Boca atacara con varios hombres con el objetivo de mantener el arco en cero y de esa manera, contraatacar con la velocidad de Romero, De Paul, Roger Martínez y lograr cerrar un duelo muy difícil con la diferencia mínima a favor.

Lo que pasó

El título de este ítem resulta contradictorio porque realmente no ocurrió nada en el partido. Chato, flojo, sin prácticamente situaciones de gol. Dos equipos con miedo a atacar y recibir un gol en un contrataque. En fin, lo que terminó sucediendo es que Facundo Sava puso un solo delantero, Lisandro López, reforzando el medio con cinco jugadores, Aued y Camacho de doble cinco, por los costados De Paul y Acuña y de enganche el paraguayo Romero. El resto el mismo libreto de siempre.

Durante los 90 minutos, Racing vivió a la defensiva, pero el ataque nunca llegó, salvo la jugada de los primeros minutos del Licha que tapa Orión. ¿Por qué Racing no atacó? Porque sus enlaces, Romero y De Paul no tuvieron gran participación en el juego, sino todo lo contrario, pasaron desapercibidos juntos con otros bajos rendimientos como el de Pillud, Acuña, Gastón Díaz y Camacho con lagunas. Todo esto junto con las lesiones de Grimi y Lollo explica el poco juego de ayer. Así, resultaba prácticamente imposible asistir a Lisandro para que meta el gol del triunfo. Conclusión: Partido malo pero útil a los planes de Sava.

A Mantener

Sin dudas fue muy positivo no haber recibido ningún gol frente a boca en los 2 encuentros disputados. Racing tiene que volver a sus raíces de la era Cocca, época en la que los otros equipos se les dificultaba demasiado anotar en el arco del Chino Saja.

A cambiar

La gran deuda de la era Sava es sin ningún tipo de dudas el juego colectivo. De todos los partidos que dirigió en Racing, en el único donde encontró un gran nivel de juego fue la semana pasada contra el Bolívar. No está mal defenderse, pero si esa acción no desemboca a nada, corres serios riesgos de que te anoten un gol y sea más cuesta arriba revertir ese panorama. Tampoco se puede atacar un con un solo punta de gran edad como Milito o Lisandro ya que en un contraataque, su velocidad no va a permitir llegar al arco del rival con sorpresa. O se los acompaña o se juega con un punta más rápido.

A mejorar

Las rotaciones. Milito juega torneo o copa. Lo preservamos para lo importante o para los partidos que hay que cumplir. En la previa uno hubiera dicho, se lo está cuidando para la Libertadores, pero la realidad indica que es todo lo contrario. Fue muy evidente además el cansancio de ciertos jugadores como Romero, De Paul, Acuña. Y el segundo aspecto que es vital ajustar y mejorar es la condición física de los jugadores. Demasiadas lesiones: Bou, Lollo, Grimi, Cerro, Lisandro López en el verano. Racing tiene muchas cosas que ajustar en cuanto a lo físico.

por Santiago Gallego

Twitter: @Galleakd