¡Que bronca, Rojo!

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Independiente vapuleaba a Iquique y se fue al descanso 4 a 0 arriba. En el complemento no anduvo bien, e inesperadamente, recibió dos goles de la visita, que se permite soñar para el partido de vuelta.

La primera parte le sonreía notoriamente a los dirigidos por Ariel Holan.

La paupérrima actuación del conjunto trasandino, se complementaba con una estupenda del local, a quien les salían todas.

Los laterales del equipo Chileno perdían de manera constante con Rigoni y Barco, respectivamente. Los centrales solían aparecer mal parados. Las flaqueas que mostraba el visitante, quedaron, aun mas, en evidencia en los goles que recibieron.

El primero fue tras un centro de Rigoni que, tras una demostración (de las tantas) de desatención de los rivales, encontró a Alan Franco solo para cabecear, y marca su primer tanto en primera.

El segundo fue un pase exquisito de Leandro Fernández, que se combinó con una diagonal de Barco, y una vez mas la defensa del contrario, en cualquier lado. Mano a mano, el pibe de Villa Gobernador Gálvez, definió cruzado. El propio Fernández pondría el tercero, y sobre el final de los 45 minutos iniciales, Nery Domínguez aprovechó un error más de los visitantes y puso el 4 a 0.

Los 15 minutos del entre tiempo daban margen para imaginar una goleada histórica, o un resultado mas que abultado.

El rojo tuvo muchas chances y, se volvió a topar con sus falencias a la hora de transformarlas en gol. Barco erró en tres intentos claros de dejar un compañero solo frente al arquero. Y así se iban sucediendo las acciones. Cada escalada de un hombre de camiseta negra (así vistió CAI esta noche) era un tembladeral para el elenco visitante.

Pero los locales no concretaban. Albertengo recibió de Benítez (ambos ingresados en el complemento). Pase filtrado del Misionero (de esos que no le salieron a Barco), y el ex Rafaela no pudo con el portero.

Iquique no generaba preocupación, hasta que un grosero error defensivo dejó a un delantero solo contra tres defensores, Tagliafico cayó y su pie izquierdo hizo caer al atacante. Penal y gol.

Para terminar, tiro de esquina. Otra siesta de los “diablos” y el segundo gol.

Baldazo de agua helada para el “Libertadores de América”.

Una vez culminado el encuentro, las caras largas predominaban. Los gestos y el ánimo tanto de los futbolistas como de los hinchas, sobrepasaban cualquier palabra.

El rojo lo tenía a su merced. Pudo golear. Pero se encontró con viejos problemas, y a eso le sumaron algunos “detalles” (para nada menores) en lo defensivo.

Ahora deberá ir a los 2.400 mts de altura de Calama, con dos goles recibidlos en casa, sobre el hombro. Una ventaja considerable, que pudo haber sido mayor y definitoria.

Independiente, solito, se encargó de abrir una serie que parecía cerrada de ante mano.