Tras 23 años en el cargo, Luca Cordero di Montezemolo anunció que el próximo 13 de octubre dejará de ser el máximo referente de la escudería más reconocida en el mundo. La crisis por la que atraviesa en la Formula 1 y el reciente fallecimiento del mandamás del Grupo Santander, Emilio Botín, fueron claves en el cambió de mando. El boloñés será reemplazado por Sergio Marchionne, perteneciente al grupo Fiat.
Luca Cordero di Montezemolo dejará de ser el presidente de Ferrari el próximo 13 de octubre y asumirá en su cargo Sergio Marchionne, administrador delegado y cara visible del Grupo Fiat, que posee el 90% de las acciones de Il Cavallino Rampante.
La decisión del Montezemolo, que ocupaba el cargo desde 1991 gracias al nombramiento de Gianni Agnelli y estaba inmerso en el mundo de la marca de Maranello desde hace 23, se podría explica tranquilamente desde el aspecto deportivo. Sin embargo, la proximidad con la que Ferrari comenzaría a cotizar en Wall Street y la reciente muerte de Emilio Botín, presidente del Grupo Santander (segundo mayor patrocinador de la escudería), hacen que los pésimos resultados en la pista queden en un segundo plano en la escala de argumentos.
“Ferrari tendrá un papel importante que desempeñar en FCA en su próxima entrada en Wall Street. Esto abrirá una nueva fase que creo que debería ser encabezada por el director general del grupo. Este es el final de una era, y por eso decidido dejar mi cargo de presidente después de casi 23 años maravillosos e inolvidables, al margen de los que pasé al lado de Enzo Ferrari en la década de los setenta”, sentenció en un comunicado en la página oficial de la escudería el dirigente boloñés de 67 años.
La partida de Montezemolo ya se veía venir y la muerte de Botín solamente aceleró una decisión que parecía tomada. Sergio Marchionne, CEO del holding Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y próximo mandamás de la escudería, le pegó duro en una cumbre de empresarios de la marca realizada el domingo en la ciudad de Como: “Lo importante para Ferrari no son solo los resultados económicos, que son muy buenos, sino también vencer. Y hace seis años que estamos sufriendo una barbaridad para conseguirlo a pesar de tener a dos campeones del mundo”. Esto hay que arreglarlo. Esto no es negociable y no podemos aceptar nada que no sea así”. Para ser más contundente aún, cerró:”No quiero ver a uno de nuestros pilotos terminar el séptimo o el 12º. No me interesa a mí y no le interesa a Fiat”.
Lo cierto, es que los últimos años los resultados no han acompañado el mandato de Montezemolo en Ferrari: la última victoria data de 2013 (Fernando Alonso en el Gran Premio de Cataluña) y desde 2004 hasta el presente solo cosechó un título (Kimi Raikkonen en 2007). Magro, al menos, para una escudería que participó en todos los Mundiales de Formula 1 que se realizaron desde su comienzo y conquistó 16 títulos en su historia.
