River le ganó por la mínima a San Lorenzo y la Recopa se define en el Nuevo Gasómetro

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En el Monumental, el equipo de Gallardo superó con amplitud al de Bauza en la primera etapa, pero chocó con el travesaño más de una vez y transformó a Torrico en figura. En el complemento, cuando los de Boedo parecían emparejar las acciones, un error de Mercier le posibilitó a los de Núñez encontrar la ventaja en los pies d Carlos Sánchez. Sobre el final se fue expulsado Romagnoli y se pierde la revancha del próximo miércoles.

Si el fútbol fuera justo, la victoria de River debería haber sido, al menos, más amplia. Es que el equipo de Marcelo Gallardo mostró su versión deluxe en la primera etapa y no pudo quebrar el arco defendido por Sebastián Torrico y los tres palos. Teofilo Gutiérrez se vistió de actor principal en la ofensiva Millonario y contó con tres oportunidades claras de hacer vibrar la red. En la primera, anticipó a Buffarini tras un centro desde la izquierda y obligó a la primera estirada del uno para andarla al corner. De ese tiro de esquina, pegada magistral de Pisculichi para la cabeza del colombiano y el travesaño que le devolvió el alma a San Lorenzo, que hasta ahí, todavía no se había despertado pese al arranque prometedor con una clara de Cauteruccio.

El Millonario siguió presionando la pobre actitud azulgrana y contó con varia chances más: Teo anticipó nuevamente de cabeza a Buffarini y milagrosamente Torrico, a puro reflejo, sacó lo que era un gol hecho. El delantero colombiano tuvo otra más ensayando una media chilena tras un despeje con los puños del uno azulgrana y otra vez el travesaño le dijo no. Pareció endiablado el arco para los de Gallardo, que antes de irse al descanso volvieron a besar el gol con un cabezazo tremendo de Maidana, que de palomita, estrelló la pelota contra el palo y en el rebote, Rodrigo Mora no pudo ensayar bien su remate, que se perdió por encima del travesaño.

¿Y San Lorenzo? Poco y nada del equipo de Edgardo Bauza, que lució anestesiado en defensa, descolorido en ataque y completamente perdido en el desarrollo. Sin dudas, Torrico fue el gran responsable de que los de Boedo no perdieran la serie en tan solo un tiempo.

En el complemento la historia cambio. San Lorenzo tuvo dos claras en el arranque, pero Martín Cauteruccio desperdició ambas (en la primera tardó una eternidad ante el achique de Barovero y en la segunda el uno Millonario le tapó el remate con el pecho). River respondió cada ataque con un tiro defectuoso de Mora y luego con un tiro libre de Pisculichi, que Torrico desactivó sin inconvenientes.

Gallardo movió el banco en busca de frescura y mando a la cancha a Gonzalo Martínez, Fernando Cavenaghi y Camilo Mayada, en lugar de Mora, Gutiérrez y Rojas. No logró lo esperado, ya que a esa altura del desarrollo San Lorenzo estuvo más ducho en el control de la pelota y anestesió el ritmo de juego a su favor.

Sin embargo, River encontró el gol de la ventaja cuando menos lo merecía. A los 32’, Mercier rechazó de manera defectuosa hacia atrás, la pelota le quedó a Martínez, que rápidamente habilitó para la entrada de Carlos Sánchez por derecha. El uruguayo no dudo, y ante la desesperación por cerrar de Matías Caruzzo, desenfundó un potente remate que venció la resistencia de Torrico para marcar el 1-0.

En desventaja, San Lorenzo perdió el control y sufrió la expulsión de Leandro Romagnoli a poco del final. El Pipi reaccionó desmedidamente contra Vangioni tras un cruce y vio la roja que le impedirá jugar la revancha del próximo miércoles en el Nuevo Gasómetro.

River se quedó con un triunfo que vale. Pudo haber sido más abultado, si, pero las finales hay que ganarlas y los de Gallardo hicieron la primera parte del objetivo. Para los de Bauza será un doble desafío el partido de vuelta, ya que deberán cambiar la pálida imagen dejada en el Monumental y ganar si o si para al menos forzar los penales para quedarse con la Recopa Sudamericana.