En la nueva cartelera de la semana aparece la película que regresa a Stallone a los Oscar casi cuatro décadas después, nuevamente en el papel del boxeador pero ahora en la esquina del ring. Michael B. Jordan es el hijo de Apollo, entrenado por el Semental Italiano.
El film de Ryan Coogler, encargado también del guión junto con Aaron Covington por lo que es la primera vez en la saga que Sly no se encargó de escribir, es una mezcla perfecta de las primeras cinco historias, y la sexta que en 2006 presentó a un Balboa más cerca del PAMI que de la bolsa de arena.
Lo que se le puede criticar a la historia es que basa gran parte de la primera mitad en el misterio de quién es Adonis y si es que Rocky aceptará el trabajo, cuando el encuentro entre éstos dos aparecía en el primer afiche.
Lo que no se puede discutir son los planos elegidos por el director que tenía como única experiencia “Fruitvale Station” también con el nuevo Johnny Storm/Antorcha humana. 
Las espectaculares tomas, la mayoría de una duración extremadamente larga, hacen que los golpes sean aún mejores en las escenas de pelea.
Parte también de la razón por la que desde su estreno en marzo convirtieron la inversión de 35 millones de dólares en 108M fue por el papel de Tessa Thmopson como la nueva Adriane, y la música a cargo de Ludwig Göransson, quien había trabajado en “Magic Mike XXL”, “Community” y “New girl”.
Stallone, que ya desde “Expendables” había entendido que el éxito iba a estar en reírse de su artritis, por primera vez en su carrera se subió a un escenario para recibir el Golden Globe, y buscará repetir en tres semanas en los Oscar, donde estuvo en 1977 como guionista y protagonista de la primera “Rocky” – solo Charles Chaplin y Orson Welles habían tenido esas mismas nominaciones en el mismo año -. Esta vez peleará en la categoría de actores de reparto con Christian Bale (“The big short”), Mark Ruffalo (“Spotlight”), Tom Hardy (“The revenant”) y Mark Rylance (“Bridge of spies”).
