Ronquidos: ¿signos de mala alimentación?

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«El sobrepeso y la obesidad son el principal factor de riesgo pues el tejido adiposo en la región faríngea, con estrechamiento y colapso de la vía aérea, impide la correcta oxigenación del organismo provocando el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS)», indicaron expertos del Programa de Obesidad y Cirugía Mini Invasiva.

Muchas personas consideran erróneamente al sobrepeso como indicio de una buena alimentación. Sin embargo los especialistas aseguran que el ronquido no puede conceptualizarse como sinónimo de «un buen dormir», ya que es la principal manifestación de la denominada apnea del sueño y de enfermedades como la obesidad.

«El sobrepeso y la obesidad son el principal factor de riesgo para esta enfermedad, pues el tejido adiposo en la región faríngea, con estrechamiento y colapso de la vía aérea, impide la correcta oxigenación del organismo provocando el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS)», afirmó Martín Milmaniene miembro del Programa de Obesidad y Cirugía Mini Invasiva (OCMI) y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA).

Indican los especialistas que los «dolores de cabeza matutinos, el cansancio, somnolencia, falta de concentración, alteraciones de la memoria, baja productividad laboral o escolar y principalmente los ronquidos, son algunas pruebas primarias de la existencia del SAOS.

Además, aseguran que «los pacientes obesos con SAOS presentan 42 por ciento más de grasa en la región cervical comparado con los individuos normales, y están predispuestos a sufrir cambios hormonales secundarios a la obesidad, que están involucrados en la génesis del SAOS».

Para estar alerta sobre la evolución de este tipo de trastornos, los expertos en salud recomiendan que «las apneas deben tratarse como una condición crónica, que requiere un manejo a largo plazo y un seguimiento por un equipo interdisciplinario compuesto por médico clínico, nutricionista y, en algunos casos, el médico especialista en medicina del sueño».

Los métodos preventivos son fundamentales para evitar las consecuencias de esta condición por lo que se recomienda el mantenimiento de un peso corporal saludable mediante un plan alimentario adecuado, adaptado a las necesidades de cada paciente.