Sarkozy gana las primarias y lanza su campaña para volver al Elíseo

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Nicolas Sarkozy ha sido elegido presidente de La Unión por un Movimiento Popular (UMP), abriendo una nueva página en la historia política de la derecha francesa y comenzando la larga marcha hacia las próximas elecciones presidenciales, en abierta competencia con Alain Juppé, que tiene un proyecto político paralelo.

Por vez primera en la historia política francesa, un partido, la UMP, ha elegido a su presidente a través del voto directo de sus militantes por internet, hubo pequeños problemas durante las dos primeras horas de la votación, consumada finalmente con éxito, según las primeras estimaciones, un 60% de los 280.000 militantes del partido habrían ejercido su derecho a voto para elegir el nuevo presidente entre Nicolas Sarkozy, Bruno Le Maire (ex ministro agricultura) y Hervé Mariton (ex secretario de Estado).

Con un 64,5 % de los votos, Sarkozy consumó una vuelta triunfal. Bruno Le Maire consiguió un 29,18 %, transformándose automáticamente en un peso pesado del nuevo conservadurismo francés. Hervé Mariton se hubiese considerado satisfecho consiguiendo el 10 %. Apenas ha conseguido un 6,3 %. Una derrota relativa para el ala derecha de la UMP.

Elegido presidente de un partido que ya presidió entre 2004 y 2007, Sarkozy tiene previsto un vasto proyecto de reformas: refundación del partido, con posible cambio de nombre; elaboración de un programa político de combate; integración de las distintas sensibilidades; posible preparación de las elecciones primarias que deben elegir, entre varios candidatos, el candidato definitivo de la UMP a la jefatura del Estado, en las elecciones presidenciales del 2017.

Sarkozy espera convertir la UMP en una maquinaria de guerra política que termine convirtiéndole en el líder natural de la derecha, Juppé espera salir victorioso de las elecciones primarias, previstas por los estatutos de la UMP.

Sarkozy es el candidato preferido entre los 280.000 militantes de la UMP, según los sondeos, Juppé es el candidato preferido entre los 15 o 16 millones de electores de centro y derecha, se trata de dos legitimidades distintas y enfrentadas.