Significado de las canciones : “El ángel de la bicicleta”, León Gieco

Bajen las armas, que aquí sólo hay pibes comiendo es la frase que toma vida en la canción interpretada por el canta- autor León Gieco. No es una frase que solo cuadra en la métrica de la canción, tiene un sentido…

Claudio “Pocho” Lepratti, más conocido como “el ángel de la bicicleta” fue un militante social argentino asesinado en medio de la represión por la Policía Provincial de Santa Fe durante la crisis del  año 2001.

Pocho, oriundo de Concepción del Uruguay (Entre Ríos), nació en 1966. En 1991 comenzó a colaborar en tareas de contención social en el barrio de Ludueña, en Rosario. Al mismo tiempo militaba gremialmente en la Cocina Centralizada. Claudio Lepratti participó y promovió la formación en más de veinte grupos de niños y jóvenes de los barrios populares de Rosario. Fue delegado de la base de ATE rosarina, y congresal de la CTA del mismo lugar.

A fines del 2001 Claudio Lepratti  trabajaba como auxiliar de la cocina del comedor de la escuela 756 de Las Flores (barrio ubicado en Rosario). El 19 de diciembre de dicho año, en medio de la crisis del gobierno de Fernando De la Rúa, varios policías comenzaron a disparar en el fondo de la escuela. Lepratti  subió al techo, y gritó “Hijos de puta, no tiren que hay pibes comiendo”.  Esteban Velásquez, policía rosarino, disparó con una itaka, y una de esas balas causó la muerte instantánea de “Pocho”,  perforándole la tráquea. Velásquez fue condenado a catorce años de prisión.

Claudio “Pocho” Lepratti  hoy es un símbolo de la resistencia de los sectores más vulnerables. En Rosario se puede observar la frase “Pocho Vive” en muchos muros, además de diferentes esténciles y monumentos.

León Gieco se basó en esta hecho para su popular canción “El ángel de la bicicleta” del disco “Por favor, perdón y gracias”.  Cuenta con la participación de Luis Gurevich (integrante de la banda de cumbia  Pibes Chorros).

El próximo jueves habrá otra historia real de algunas de esas canciones que muchas veces tarareamos, y que, inconscientemente, rendimos homenaje a alguien o a algún suceso.

Julia Galliano

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