Los londinenses empardaron 2-2 como locales en la tercera ronda de la FA Cup. Había empezado ganando, el rival se lo dio vuelta aunque en el cierre con un penal polémico rescató la paridad y forzó otro partido esta vez fuera de su casa.
No hay dudas que ya no es una revelación lo que hace el Leicester dentro del campo de juego, sin tanto nombres ni figuras en su plantel ha podido pelear mano a mano la punta en la Premier, haciendo lo mismo hoy ante un conjunto duro, que por momentos fue mejor y ahora habrá que esperar por la revancha ante su gente.
En la primera mitad el elenco del argentino Mauricio Pochettino no tardó en romper el cero. El belga Nacer Chadli remató desde la izquierda, el arquero danés Kasper Schmeichel dio rebote y su compatriota Christian Eriksen aprovechó para marcar.
La alegría no le iba a durar mucho porque cuatro minutos después la visita empató. Nathan Dyer mandó un centro preciso desde el córner donde el polaco Marcin Wasilewski anticipó con un cabezazo letal.
En la segunda mitad el elenco del italiano Claudio Ranieri fue oportuno y en el arranque enmudeció al público del estadio White Hart Lane. El japonés Shinji Okazaki entró por la izquierda, se sacó de encima la marca con un gran movimiento y probando al arco en una buena atajada del holandés Michel Vorm, pero le quedó de nuevo para el remate dándolo vuelta 2-1.
A pesar del duro inicio los Spurs (Erik Lamela en el banco) dominaron las siguientes acciones y recién en el final tuvieron la oportunidad de igualar con una polémica mano de Dyer frenando a Danny Rose. Desde los once metros el goleador Harry Kane fue preciso y ahora habrá que esperar el desempate, teniendo que recibir al mismo rival (Leonardo Ulloa titular) el miércoles por Premier.
