Vestidos con destino alfombra roja

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Con la intención de seducir a “celebrities” y brillar en alfombras rojas y escenarios internacionales, The 2nd Skin Co y María Escote elaboraron, cada uno en su estilo, colecciones cuajadas de tules y lentejuelas.

Jennifer López, París Hilton, Anne Heche, Jessica Biel o la modelo Eugenia Silva son algunas de las clientas de The 2nd Skin Co, firma dirigida por Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, quienes han querido vestir a la mujer con una sobredosis de dulzura, hasta coser vestidos merengue, hechos de faldas corola construidas con miriñaque.

El tul escarcha faldas, la organza endulza abrigos y los cristales de Swarovski se convierten en puro almíbar, en una colección en la que los diseñadores parecen haber tomado prestado una montaña de algodón de azúcar para esculpir vestidos con largo midi y también por encima de la rodilla.

Flores de telas con pistilos de cristal colocadas sobre hombros, cintura y pechera han sido la guinda del desfile pastel.

Una serie de vestidos con falda en formar de pétalos han germinado también en la propuesta de María Escote, diseñadora que viste a Katy Perry, Rita Ora, Nicki Minaj y Juliette Lewis, para crear su colección más dulce,la menos canalla.

La margarita ha florecido en la luminosa y romántica colección, en la que los colores rosas,rojo naranja, amarillo y rosa chicle brilla sobre el negro.

“Para mí, el negro es luz”, confesó a Efe esta diseñadora que recupera la línea evasé y deshecha las siluetas que se funden con la piel.

El vestido recto es el estandarte de la propuesta de Escoté, quien en 28 salidas lo ha declinado en versiones para el día y la noche, estos últimos tapizados de lentejuelas o margaritas de piel prendidas en cuerpos transparentes.

Tampoco faltaron grandes lazadas, hermosos lunares, coquetos topos y florales cenefas. “Es mi colección más madura, era el momento de arriesgarme”, afirmó.

Si en otras ocasiones, el corsé era su pieza fetiche y la piedra angular de las colecciones de Maya Hansen, hoy fue el vestido, una prenda que construye, eso sí, sobre los cimientos y pilares de los corsés que tanto han gustado celebrities como Lady Gaga.

“He imaginado a unas chicas góticas que se pierden en la selva”, indica la creadora sobre las piezas que se empapan en la extensa gama cromática verde, combinada con negros y realzadas con tachuelas doradas.

Neopreno, tejido técnico deportivo en 3D y polipiel para las cazadoras de estilo “biker”, una pieza cada vez más presente en su firma “por la buena aceptación del público”.

El blanco, negro, verde y azul colorean una colección de líneas sencillas y cremalleras XL, con vocación de pret-á-porter y espíritu deportivo, ideada para una mujer cosmopolita y moderna.

Por la mañana, en tan solo ocho minutos, Alvarno ofreció un trabajo exquisito con un concierto de vestidos, que se le ha valido el premio L’Orèal a la mejor colección de la 62 edición de la Madrid

FashionWeek por tercer año consecutivo,una hazaña que ningún otro diseñador ha conseguido.

Su colección estuvo guiada por la fuerza y la fluidez de los patrones, una dualidad que aflora de la lucha entre la luz y la oscuridad de la saga de “Star Wars”.

Prendas que ponen en valor la feminidad de la mujer, ideadas para princesas, pero no de cuento de hadas, sino para mujeres luchadoras y valientes como la princesa Leia, creada George Lucas.
Los Alvarno vuelve a recuperar su estampado de leopardo que tantas “satisfacciones nos ha dado”, señalaron hoy a Efe los diseñadores, que dibujan el rostro de Darth Vader sobre camisetas, sudaderas y un mágico chaleco azul marino tallado con 8.000 cristales.

La modelo Joana Sanz ha sido elegida como rostro revelación de esta edición, que mañana termina su programación con los desfiles del EGO, la plataforma de jóvenes creadores.

La jornada echó el cierre con las propuestas de baño de Dolores Cortés y Montse Bassons. La primera se inspiró en las playas californianas de la década de los 90 para idear prendas sofisticadas, mientras que la segunda recuperó la faceta más exótica y vibrante de la selva del Amazonas, con prendas destinadas a mujeres que han sufrido cáncer de mama.