Topográficamente, el solar, de forma pentagonal se encuentra en desnivel. La propiedad propone para el lugar, rodeado de otros proyectos de vivienda, un edificio de vivienda en las plantas altas, locales comerciales y servicios comunes en planta baja y aparcamiento en plantas de sótano.
El edificio quiere ser la referencia volumétrica del conjunto objeto del concurso y del planteamiento específico de esta área así como del espacio público que se define a partir del desarrollo de este planeamiento.
El edificio se desarrolla en diferentes niveles con una volumetría en planta en forma de U, dentro de una forma trapezoidal en la cual se circunscribe. El proyecto se encara hacia la plaza de los eucaliptos, de manera que la parte de planta baja no ocupada por el edificio sea una extensión de la propia plaza. En cambio, el límite con la calle Sant Feliu de Codines se realiza a través de la fachada noroeste que con una altura de 31 metros, define claramente la calle, diferenciando el espacio público del privado.
La distribución genérica en planta es de cuatro viviendas por nivel, aunque en las dos últimas, hay solamente dos viviendas por planta. La aplicación de porcentaje de ocupación de volumen, según el programa, se produce por su progresiva reducción en altura.
El proyecto tiene la voluntad de que el volumen se entienda como una entidad, no manifestando los niveles de los que se compone.
Por este motivo, se opta por una formalización de las fachadas y las ventanas no como un apilamiento, sino una continuidad.
Desde la plaza, el volumen tan sólo insinúa la brecha del patio-acceso, la fachada produce ligeros movimientos del vestido para insinuar, desdibujar, ofrecer trompe-l’oeil… Por lo que se refiere a asoleo y ventilación, la disposición de las viviendas alrededor del patio abierto y con el mismo perímetro de fachada, hace que sea muy eficiente.