El suizo no pudo retener la corona en Brisbane al encontrarse con Milos Raonic, quien se vengó de la pasada final por 6-4 y 6-4 luego de una hora y media. Ambos descansarán antes del Australian Open.
Solo dos break points de cinco no pudo levantar el número tres del mundo, pero fueron demasiados teniendo en cuenta que él apenas tuvo una chance de romper – se la regaló el canadiense con tres dobles faltas en un game – que no aprovechó.
Aunque Raonic terminó con seis dobles faltas, el doble que Roger, también tuvo seis aces (uno menos que el subcampeón) y ganó el 82% de los puntos que jugó con el primer servicio contra 73% de Federer frente a 55% de primeros saques de ambos.
El número 14 del mundo solo le había ganado en Paris 2014, con otras nueve derrotas, incluyendo un año atrás en esta final, la única definición entre ellos. El nacido en Montenegro recibió su octavo trofeo, el primero desde San Petersburgo 2015 (el único de la temporada pasada) y apenas el tercero outdoor luego de Chennai 2012 y Washington 2014.
El primer sembrado, que venía de tener una de las mejores temporadas desde 2008 con seis títulos, perdió su segunda final consecutiva ya que venía de caer ante Novak Djokovic (1°) la final del Masters de Londres. Fue su tercer final seguida aquí ya que en 2014 había perdido la corona frente a Lleyton Hewitt.
Horas después el suizo que sí pudo celebrar fue Stanislas Wawrinka (4°) por tercera vez al hilo en Chennai frente a Borna Coric (44°) – fue su primera final – por 6-3 y 7-5. Ayer Nole había sido el primer campeón del año en Doha ante Rafael Nadal (5°) por 6-1 y 6-2.
