La idea es simple y, a la vez, ambiciosa. Una app que ayude a resolver “lo que quieras, donde lo quieras” en menos de 60 minutos. Un emprendimiento que se apoya en el concepto de economía colaborativa y funciona en el mundo, y que Matías Gath y su socio Francesco Cusumano decidieron importar. El dúo, que se conoció mientras hacía su MBA en Barcelona, fundó Kadabra cuando Gath se encontraba de visita en su Buenos Aires natal. Una ciudad grande y compleja en la que “la gente pierde mucho tiempo en hacer un montón de cosas que no quiere ni tiene tiempo de hacer”.
Para resolver este problema, en enero último lanzaron su plataforma, en la que el usuario pide lo que necesita, la empresa asigna un cadete –o wizard, como lo llaman en Kadabra-, y el envío llega en menos de 60 minutos. “Se puede pedir de todo, siempre y cuando no sea ilegal. Si es alcohol, hay que ser mayor de edad”, aclara Gath, hoy instalado en Buenos Aires con un equipo de 10 personas.
La web ofrece categorías con comercios adheridos, como restaurantes o casas de regalos, pero la oferta se amplía. “La plataforma no limita, es la persona la que propone”, asegura el fundador. Hay un botón para pedir “Lo que sea”, para “Mandar algo” y otro de “Documentos”, todos con un casillero para especificar el lugar de retiro y de envío, siempre en menos de una hora, y con horario de atención de nueve de la mañana hasta la medianoche. Kadabra se queda con un porcentaje de las ventas que realizan los comercios adheridos y, para los envíos particulares, fija un importe en función de los kilómetros recorridos.
Los emprendedores aseguran que no quieren competir con los servicios de mensajería: “La diferencia es que no solo llevamos y traemos, sino que hacemos la gestión”, aclaran. Para sus wizards, apuntan a jóvenes que busquen un ingreso mientras estudian, y priorizan el uso de bicicleta. Cuentan con 15 cadetes y esperan cerrar el año con 50.
Validado el modelo en Capital Federal, el segundo paso al que aspiran es poner un pie en Rosario y Córdoba.
