El Congreso brasileño aprobó con más del 60 por ciento de apoyo necesario la reducción de la mayoría penal de 18 a 16 años, una enmienda que será aplicada si el Senado la valida, mientras el gobierno prevé combatir su aprobación en los tribunales.
La Cámara aprobó ayer en segunda votación la enmienda constitucional con 320 votos a favor y 152 en contra, en una controvertida sesión parlamentaria que los promotores de la medida legislativa celebraron como una victoria, mientras que sus detractores –entre ellos la presidenta Dilma Rousseff- se preparan para combatirla ante la Justicia.
Tras superar el escollo del Congreso, la enmienda constitucional pasa ahora al Senado, donde se espera que también recabe los apoyos necesarios para ser aprobada sin necesidad de que sea validada por el Ejecutivo brasileño.
