El peligro de ser un financista

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Mariano Benedit y Damián Stefanini se despertaron aquella mañana, dispuestos a cumplir con sus obligaciones del día. Luego de disfrutar de sus reglamentarios desayunos, se despidieron de sus respectivas esposas y se subieron a sus respectivos vehículos para asistir a sus pertinentes reuniones de negocios. Pero jamás llegaron a destino. Se trata, entonces, de dos casos que tienen muchas incógnitas y similitudes, pero ninguna certeza.

Este jueves apareció el cuerpo del financista desaparecido Mariano Banedit con un tiro en la cabeza y un arma 9 milímetros junto a él en la costanera sur, entre unos pastizales. De esta manera, comienzan a generarse diversas hipótesis sobre lo que ocurrió y se trae a colación el caso del empresario, también prestamista, Damián Stefanini de quien no se encuentran rastros desde el 17 de octubre pasado.

Los restos de Benedit ya fueron retirados de la zona por la policía científica aunque existen muchas dudas sobre las causas de su fallecimiento. Benedit se encontraba desaparecido desde el miércoles, cuando salió de su casa para ir a una reunión a la que nunca llegó. El financista salió en moto de su vivienda ubicada en Arenales al 1600, en Recoleta, durante el mediodía. Según se pudo saber, ni siquiera pudo llegar a destino.

Da acuerdo a la investigación, se cree que Benedit no se suicidó y que el arma podría haber sido «plantada» en la escena del crimen para disfrazar un posible asesinato. La moto en la que se circulaba la víctima aún no apareció. Los peritos sospechan que la escena del crimen fue modificada para desviar la investigación. Otro de los puntos en el que existen dudas es el lugar en donde se encontraba el cuerpo, ya que es de difícil acceso. Es por ello que no se descarta la teoría del suicidio.

Por otro lado, está el caso de Damián Stefanini, que tenía un trabajo similar. Desapareció con su auto el 17 de octubre y, aunque algunas filmaciones lo pudieron ubicar en zona norte, no se pudo precisar que fuera él quien manejaba. La familia de Stefanini aseguró que el empresario tenía una pequeña empresa relacionada con productos publicitarios. Sin embargo, luego se investigó que tenía negocios en Miami y relaciones con agentes financieros. El vehículo apareció a una cuadra de la oficina de su contador.

En el marco de la investigación por su desaparición, se descubrió que el empresario le cambió cheques a personas que estuvieron mencionadas en la causa del triple crimen de General Rodríguez: el caso de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, asesinados en agosto de 2008. Sin dudas, esto demuestra que ser un financista tiene sus beneficios para los amantes del dinero fácil y rápido; no obstante, las consecuencias de violar la frontera que separa lo legal de lo ilegal pueden ser fatales.