Estados Unidos anunció que investigaría a Volkswagen y desde la empresa admitieron haber hecho «trampa» en los controles de la emanación de gases contaminantes de sus autos diesel.
Francia, Italia y Corea del Sur también anunciaron que iban a investigar a la automotriz alemana, cuya credibilidad cayó abruptamente.
«Nuevas investigaciones internas han demostrado que ese software se había instalado en otros vehículos diésel», señaló la firma. Así admitió haber usado dispositivos fraudulentos en millones de sus vehículos.
«Alrededor de 11 millones de vehículos en todo el mundo fueron equipados» con el software engañoso, indicó la compañía en un comunicado.
Hasta ahora las acciones bajaron más del 20% y creen que la caída seguirá.
