En un encuentro ayer entre la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, se decidió que se realizarán reuniones a fin de exigirle a los políticos que solucionen el problema del narcotráfico.
La Iglesia y la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) compartirán una experiencia inédita: tras las elecciones del domingo, mantendrán diversas reuniones en Rosario con representantes del empresariado, el comercio y las Pyme para consensuar un pronunciamiento conjunto con el fin de exigirle al poder político que solucione el flagelo del narcotráfico.
Se trata de la primera iniciativa concreta del sindicalismo en rechazo del comercio ilegal de drogas, aunque la CGT Azopardo incorporó en los últimos tiempos este punto como uno de sus reclamos.
La decisión del trabajo conjunto que se pondrá en marcha en Rosario se tomó ayer en un encuentro entre la plana mayor de la CATT, liderada por Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), y el titular de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, Jorge Lozano, en donde los sindicalistas también le plantearon su preocupación por la pobreza en el país.