Lázaro le sigue siendo fiel a los Kirchner

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El empresario patagónico allegado a la familia Kirchner, Lázaro Báez, su hijo Martín y el contador Daniel Pérez Gadín se presentaron ante el juez Sebastián Casanello en los tribunales federales de Comodoro Py, pero no respondieron preguntas.

Los sospechosos presentaron escritos en los que se negaron a ser indagados en la causa por presunto lavado de dinero a través de la financiera apodada «La Rosadita» en la que están siendo investigados, según informaron fuentes judiciales.

Según informaron fuentes judiciales el empresario patagónico aseguró que los casi USD 5 millones que contaban su hijo y su contador en SGI fueron utilizados para realizar una operación inmobiliaria vinculada a la compra de un campo. Sus dichos se condicen con los de su hijo Martín -con quien comparte abogados-, quien en otro escrito precisó que el dinero era de origen lícito, producto de las operaciones comerciales de las empresas de la familia.

Báez fue nuevamente trasladado a la alcaidía de los tribunales federales de Retiro, donde permanecerá detenido. Su hijo Martín finalmente no fue detenido, pero el Juez le ordenó que permanezca durante 10 días en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde fijó su domicilio, hasta que Casanello resuelva la situación procesal de todos los indagados en esta jornada ardua en Comodoro Py.

Al edificio de los tribunales federales llegó esta mañana también el financista Federico Elaskar para ser indagado por el juez Casanello.

Recordemos que Báez y Pérez Gadín fueron detenidos ayer acusados de lavar cinco millones de dólares provenientes de la evasión fiscal de la constructora Austral Construcciones a través de la operatoria de la cueva financiera SGI, conocida como «La Rosadita». Pasaron la noche en la Superintendencia de Investigaciones Federales, en el barrio de Lugano. Desde allí fueron llevados en un móvil de la Policía Federal hasta los Tribunales bajo un fuerte operativo de seguridad.