La pregunta es parte de un desafío que se propone Lauren Fletcher, ingeniero de la Universidad de Oxford, que junto con su equipo podría poner fin a uno de los grandes peligros que acechan al planeta.
Aprovechando los grandes beneficios que ofrecen los drones como reciente herramienta tecnológico-innovadora, el equipo que encabeza el ingeniero de la Universidad de Oxford, decidió utilizar al máximo sus aplicaciones orientadas a conservar y preservar el entorno ambiental.
Se trata de una ambiciosa apuesta por el cuidado y la reforestación de los espacios verdes, «aprovechando la capacidad de los drones para servir como plantadores de árboles a gran escala» y hacerlo de una manera práctica e innovadora, aplicando una gran solución a un mal no menor.
Fletcher, que asegura «no descansar hasta reforestar el planeta», plantea eleborar una especie de ejército de drones capaces de sembrar hasta 36.000 semillas cada día y así alcanzar zonas inaccesibles explotando las potencialidades de esta nueva tecnología concebida como una «pequeña aeronave sin tripulación que sobrevuela y actúa allí donde se le ordene».
De esta forma, indica que «cuando el dron sobrevuela una determinada zona deforestada se le dirige a aquellos puntos más idóneos para dejar las semillas. Para ello el dron se conduce automáticamente siguiendo una serie de indicaciones que resultan de la aplicación de un programa que analiza datos cartográficos en 3D», explicó el experto.
El nuevo proyecto que conjuga el bajo coste con las nuevas tecnologías, le permiten mantener un inigualable optimismo y planificar, en unas pocas décadas, la reforestación de un planeta que se encuentra seriamente amenazado por la explotación de las actividades humanas.