Murió Joao Havelange

0

Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange (Río de Janeiro, 8 de mayo de 1916 – 16 de agosto de 2016) fue presidente de la FIFA de 1974 hasta 1998. Sucedió a Stanley Rous y fue sucedido por Joseph Blatter. Murió el 16 de agosto del 2016 los 100 años de edad.

Cuando era joven, triunfó en varios deportes, tales como waterpolo y natación, incluso habiendo competido como nadador en 1936 en los Juegos Olímpicos de Berlín. Compitió también en el equipo brasileño de waterpolo en los Juegos Olímpicos de 1952, en Helsinki, siendo ex-presidente del Fluminense Football Club. Desde 1963, João Havelange ha sido miembro del Comité Olímpico Internacional. Anteriormente a su labor como dirigente deportivo se desempeñaba como comerciante de armamento.

Entre 1958 y 1975, João Havelange sirvió como presidente de la Confederação Brasileira de Desportos (CBD), y entre 1955 y 1963, fue miembro del Comitê Olímpico Brasileiro (Comité Olímpico Brasileño). En junio de 1974 ocupó el cargo de presidente de la FIFA, destacando en ese puesto por la masiva extensión del fútbol en todo el mundo, así como por el incremento de los ingresos obtenidos por la FIFA como entidad rectora del fútbol y administradora de las actividades comerciales referidas a la Copa Mundial de Fútbol.

Durante el mandato de Havelange, la FIFA adoptó una conducta empresarial y comercial respecto a los torneos internacionales de fútbol, promoviendo la oferta publicitaria en los estadios, publicidad en ropas deportivas, y publicidad también en las transmisiones televisivas de la Copa Mundial de Fútbol, ganando la FIFA elevadas rentas con ello.

Para ello, Havelange creó un «triunvirato» con el alemán Horst Dassler (presidente de la compañía Adidas) y el empresario británico Patrick Nally, promoviendo agresivamente el mercadeo de la Copa Mundial de Fútbol, consiguiendo que grandes marcas mundiales como Coca Cola, Kodak, Visa o la misma Adidas sean auspiciadores de la Copa Mundial a cambio de un virtual monopolio publicitario; la propia Adidas pudo aprovechar el informal «respaldo» de la FIFA para celebrar contratos de suministro de ropas deportivas ca casi todas las selecciones de fútbol del planeta.

Asimismo Havelange dedicó sus esfuerzos a promover el fútbol profesional en todo el mundo y a elevar el nivel de espectacularidad de los campeonatos internacionales, como medio para asegurar a la FIFA las rentas por transmisiones televisivas, que eran ahora fuertemente disputadas por cadenas televisivas internacionales. De hecho, a partir de la gestión de Havelange los ingresos principales de la FIFA nunca más estarían formado por las entradas a los partidos de fútbol sino por el dinero recibido a cambio de derechos exclusivos de transmisiones por televisión, y por publicidad (dentro y fuera de los estadios) en los torneos internacionales promovidos por la FIFA (Copa América, Eurocopa, entre otros).

A efectos de sustentar el crecimiento del fútbol como empresa bajo gestión de la FIFA, Havelange promovió la creación de nuevos torneos y modalidades de fútbol, cada vez más espectaculares, donde colocar publicidad comercial y conseguir transmisiones televisivas. Bajo este impulso se crearon en la década de 1980 el campeonato mundial de fútbol femenino, los campeonatos juveniles para menores de 20 años, y en la década de 1990 el campeonato mundial de clubes y los campeonatos entre confederaciones. Esto implicaba mayores ingresos de dinero para la FIFA por transmisiones televisivas y publicidad, además de estimular mayor interés por el fútbol en todo el mundo.

Además, durante la gestión de Havelange se cambió el sistema de clasificaciones para la Copa Mundial de Fútbol y se regulan detalladamente con los países anfitriones los ingresos que corresponden a la FIFA por la organización del torneo. Así, en Argentina 1978 participan 16 equipos, pero en España 1982 ya compiten 24 equipos, con una mayor presencia de escuadras de África y Asia, que ahora gozan de un sistema de clasificaciones directas y más plazas reservadas en el torneo.

Precisamente, en el mandato de Havelange se hace un esfuerzo mayor de la FIFA para colocar el fútbol como deporte masivo en países que carecen de tradición futbolística pero cuya población goza de un elevado poder adquisitivo, lo cual se traduce en mayores ingresos para la FIFA si se logra extender a estos mercados las transmisiones televisivas de partidos de fútbol y la publicidad unida a ellas, tanto la derivada del juego como de la promoción de deportistas destacados.

Basado en esa estrategia de mercadeo, Havelange promueve la penetración del fútbol en países que forman grandes «mercados de consumo» donde antes este deporte era muy poco difundido o tenía escasa importancia. Un caso evidente fue el de Estados Unidos, donde la estrategia de mercadeo incluyó contratos de la FIFA con McDonald’s para lograr una mayor penetración, inclusive Havelange auspíció que EE.UU. organizara el mundial de 1994. Idéntica táctica se siguió en China, en la India, en Japón, y en Corea del Sur, patrocinando Havelange también que, siguiendo el ejemplo de lo sucedido en 1994, la Copa Mundial del 2002 se celebre en Japón y Corea del Sur de modo conjunto (como en efecto sucedió). Havelange declinó seguir como presidente de la FIFA en 1998, recomendando la elección como sucesor del suizo Joseph Blatter, asesor principal del propio Havelange en la FIFA durante casi una década.

Havelange ha sido innumerable veces acusado de diferentes actos ilicitos entre los que incluyen el tráfico ilegal de armas, obtener rentas del tráfico de drogas, hasta obtener sobornos por parte de dictaduras militares (como fue en el caso del Mundial de 1978, donde fue acusado de recibir una enorme finca del dictador argentino Jorge Rafael Videla a cambio de asegurar que la Copa se realizaría en Argentina) y cobro de pagos ilegales en efectivo, por estos hechos fue incluso interpelado e interrogado por el parlamento de su país.

En abril de 2013, Havelange dimitió como presidente honorario de la FIFA después de que el comité de ética de este organismo concluyera que recibió sobornos durante su etapa como presidente en el llamado escándalo ISL. Este escándalo estalló en 2012, cuando la cadena británica BBC aseguró en un reportaje que la empresa de márketing International Sports and Leisure (ISL) obtuvo los derechos para varios mundiales de fútbol, antes de su liquidación en 2001, pagando sobornos de varios millones de dólares a altos dirigentes de la FIFA y de confederaciones continentales, siendo que desde inicios de la década de 1980 era ISL la empresa encargada de administrar los asuntos de publicidad y mercadeo de la Copa Mundial.