Cuantas veces necesitamos dirección en nuestras vida, encontrar el rumbo, la guía, la ayuda en nuestros pasos.
A veces el miedo, la incertidumbre, la duda, nos juegan una mala pasada y nos sentimos perdidos, inseguros, al tomar decisiones, en situaciones difíciles, planeando o anhelando nuestro futuro.
Muy por el contrario es si somos guiados por Dios. En sus caminos hay seguridad, hay confianza y paz.
Para ser guiados por Dios primero necesitamos conocer a Dios, buscar de Dios y tener una comunión íntima con El.
Que experiencia más gratificante sentir que el Señor nos toma de la mano y nos ayuda en cada paso que damos.
Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación;en ti he esperado todo el día. Salmo 25:5.
Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;he puesto en Jehová el Señor mi esperanza. Salmo 73:28.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. Salmo 143:10.
DIOS TE BENDIGA.