Brasil, Túnez, Ucrania y Uruguay votan este fin de semana

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Hay cuatro panoramas distintos: Dilam Rousseff y Aécio Neves se juegan en segunda vuelta la presidencia de Brasil. Mujica ya no puede presentarse a la reelección en Uruguay, pero su candidato es el favorito. Túnez comienza un periplo electoral que terminará en diciembre y en Ucrania unas legislativas refrendarán el poder de Poroshenko en ese país.

Por un lado, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su rival en las urnas el próximo domingo, Aécio Neves, cerraron ayer la campaña en Minas Gerais y Río de Janeiro, segundo y tercer mayores colegios electorales del país, en la recta final de una reñidísima contienda por la jefatura del Estado. A pocas horas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Rousseff lidera con una escasa diferencia y decidirán la contienda voto a voto, según las últimas encuestas.

Por su parte, Uruguay celebra este domingo elecciones presidenciales en las que la coalición que respalda a Mujica, el Frente Amplio, parte con ventaja según los sondeos, pero no la suficiente como para evitar una segunda vuelta entre su candidato, Tabaré Vázquez, y el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou.

Asimismo, la promoción para los comicios legislativos del domingo en Túnez llega a su fin en medio de la apatía ciudadana. Los dos partidos políticos más activos durante la campaña electoral, los islamistas del Movimiento Al Nahda y los conservadores laicos de Nidá-Tunis (La llamada por Túnez), ultimaron sus actos públicos en la medianoche de ayer y dejaron la propaganda suspendida para cumplir con la reglamentaria jornada de reflexión.

Finalmente, el partido del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se presenta como favorito para ganar las elecciones ucranianas del domingo, seguido por una formación populista en segundo lugar. El auge del Partido Radical del populista Oleh Liashko, defensor de las tropas del Gobierno y azote de los ricos oligarcas, hace tambalear la oportunidad de la ex primera ministra Julia Tymoshenko de hacerse con un escaño en el nuevo Parlamento.