Esta construcción particularmente horizontal se encuentra en medio de la Llanura de Kanto, una zona con altas temperaturas en el verano y con vientos fríos en el invierno. Una joven pareja y su hija habitan la nueva casa que se ubica en un extenso lote rodeado de campos de hortalizas.
En nuestra primera visita al lugar fuimos recibidos por una repentina lluvia vespertina y tuvimos que apresurarnos a buscar refugio bajo los aleros de la casa que existía anteriormente. En el sitio, por encontrarse a una distancia considerable del área metropolitana de Tokio es todavía evidente la poderosa presencia de la naturaleza.
Como consecuencia de nuestra primera visita, empezamos a pensar en una forma arquitectónica para el recibimiento que pudiera coexistir con el entorno natural circundante y a la vez acoger gentilmente la vida de los miembros de la familia.
Un techo con aleros que se extienden 1,5 metros en todas las direcciones da carácter a la casa. Al interior, las particiones son casi inexistentes, lo que resulta ser un gran espacio abierto.
Como un gran árbol bajo el cual los miembros de la familia pueden descansar, la casa acoge a sus habitantes y les provee una vida confortable cerca de la naturaleza. El gran techo permite que la casa pueda ser expandida en cualquier dirección de acuerdo a las necesidades y cambios en el estilo de vida de la familia.
