Chespirito: “Cuando muera no quiero homenajes ni maratones del Chavo”

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Años atrás, el querido actor mexicano había hablado de la muerte, final al que aseguró no temer.

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Chespirito encarnado a su querido personaje, El Chavo del 8. Papel que comenzó a interpretar en 1971 y del que se despidió en 1992.

Mientras en varios países lloran la muerte de Roberto Gómez Bolaños, el genial creador de El Chavo y otros populares personajes, el recuerdo del artista mexicano se va consolidando para su entrada a la eternidad. El medio chileno La Tercera publicó una entrevista que le hizo a Chespirito en el 2010, en la cual el dramaturgo reveló que no le temía a la muerte.

Por aquel entonces, Roberto Bolaños tenía 81 años y su salud no había caído en el cuadro delicado que, tiempo después, lo llevaría a abandonar el Distrito Federal por la tranquilidad de Cancún. Sin embargo, la muerte era contemplada por el ídolo mexicano quien, al ser consultado sobre cómo le gustaría ser recordado, comentó: “Como un tipo bueno. Un buen hombre. Recuérdenme como quieran, porque no quiero homenajes, ni monumentos, ni maratones del Chavo en TV, ni discursos del presidente ni nada de eso”.

Para Chespirito, la muerte no representaba preocupación alguna. Al contrario: despertaba en él una inmensa curiosidad, como las que presentan los niños que se interrogan sobre cómo serán de grandes: “(La muerte) tiene que llegarnos a todos. Pienso a diario en ella. Y no ahora, desde siempre. Porque es la súper incógnita: qué va a pasar. Me angustia, pero no demasiado. Creo que no pasa nada terrible”.

Tanto tiempo gastaba en pensar en su partida que dejó constancia de ello en sus escritos. Bolaños escribió una poesía en donde volcó su inquietud, una creación que dio a conocer durante la entrevista al medio transandino:  “Yo que iba tan tranquilo/ acercándome al final de mi vida terrenal/de pronto dudo y vacilo/ ¿es verdad que no hay asilo para el alma?/¿que morir es dejar de asistir?/¿que la fugaz existencia no tiene la trascendencia que me dejaron intuir?/No, eso no por favor/ Yo con mi libre albedrío/no me atrevo a decir ¡Dios mío, que debe haber un error!/ Y perdóname Señor si con esto/te molesto/ Sin embargo, de algún modo te lo tengo que decir:/ no me vayas a salir con que aquí se acaba todo”.

El gran actor mexicano partió de este mundo el pasado viernes, según informó la cadena Televisa, emisora que organizó el último adiós a Roberto Gómez Bolaños. El Estadio Azteca fue la sede para la despedida del “Chavito”, quien fue despedido por más de 100 mil personas. Gritaron su nombre, otros lloraron, y hasta hubo uno que lo homenajeó vistiéndose del Chapulín colorado.

Las grandes muestra de cariño hacía el creador del Chavo surgen en caravanas. En México, y en otras partes del mundo, la televisión es invadida por las repeticiones de sus programas que, a pesar de los años, nunca han dejado de generar risas. Todo un abrazo emotivo que, paradójicamente, va contra el último deseo del ídolo.