En un partido increíble, Estudiantes venció por penales a Gimnasia, luego de ir 1-3 en el marcador, con un hombre menos y empatarlo en el tiempo de descuento. Desde los doce pasos, el León venció 4-3.
El clásico platense se disputó finalmente en el José María Minella, en Mar del Plata, donde se vio un partido de alto vuelo, con muchos goles y dramatismo. Si bien se trataba de un amistoso, ambos equipos salieron con todo a buscar la victoria.
Maxi Meza, una de las figuras de la noche, se encargó de poner en ventaja al Tripero, a los 4 minutos de iniciado el partido. Sin embargo, la defensa del Lobo falló a los 26 minutos, permitiéndole a Auzqui encontrar una pelota suelta en el área grande y mandarla al fondo de la red, con un potente remate.
Cuando parecía que el primer tiempo finalizaba en empate, a pesar de los travesaños de Vera y Vegetti, Gimnasia se encontró con un penal (Licht lo convirtió en gol) a los 45 minutos que le dio la ventaja en el marcador justo antes del descanso.
En el complemento, una pelota recuperada en el mediocampo y un pase muy preciso de Licht alcanzaron para poner el 3-1 a favor de los Triperos, después de una gran definición de Meza.
La ventaja de dos goles relajó a los de Troglio, que dejaron venir al Pincha y lo invitaron a descontar. Así fue como el Enano Acosta, exBoca, puso el 2-3 después de bajar una pelota complicada y definir al fondo del arco.
Tras la expulsión del Uruguayo Pereyra, parecía que las cosas se complicaban mucho para los de Pellegrino. Aún así, mantuvieron la actitud ofensiva y aprovecharon la indecisión de Gimnasia de atacar. Por eso, el empate de Vera a los 92 minutos es más que meritorio, dejando la definición abierta en la lotería de los penales.
Y desde los doce pasos, Estudiantes fue el que más suerte tuvo. Dos errados, uno de cada equipo, y la horrible definición de Litch le permitieron al Pincha obtener la primera alegría del año.
