A una semana de realizarse la entrega de premios más importante del cine contemporáneo, TG Post repasa cuáles son los ocho filmes nominados en la categoría “Mejor película”, la terna más importante entre las distinciones de la Academia. Esta noche: “Whiplash”.
“Sublime” sea tal vez el calificativo que mejor le quede a esta película. Si “La teoría del todo” es para el espectador algo así como una bofetada inspiradora, “Whiplash” definitivamente hará sangrar las fosas nasales de su motivación. Cuesta creer que un filme con una trama tan sencilla compita cabeza a cabeza con “Birdman” por convertirse en la favorita del público. Con cinco nominaciones, -y unos cuantos premios otorgados por la crítica- “Whiplash” pisa bastante fuerte.
Cuenta la historia de Andrew Neiman, un joven recién salido de la preparatoria que decide matricularse en el conservatorio Shaffer, en Nueva York, persiguiendo su sueño de convertirse en un baterista reconocido (“el próximo BuddyRich”). Tras ensayar un tiempo con alumnos de su misma categoría, decide audicionar para el gran maestro TerenceFletcher y resulta elegido para incorporarse a su banda, que integra sólo a los mejores músicos del conservatorio.
Pero las cosas no resultan como Andrew lo esperaba: Fletcher no sólo es un obsesivo, sino también un verdadero psicópata, que, bajo el lema de “presionar para lograr lo mejor”, convierte al joven Andrew en un esclavo de su locura, incluso al punto de practicar hasta que le sangren las manos (no literalmente). Perturbado -y casi loco- nuestro pequeño baterista decide abandonar sus metas, cuando un inesperado reencuentro con su maestro lo hace cambiar de opinión.
Miles Teller es la joven revelación de la película por su conmovedora actuación. Pero, sin dudas, J. K. Simmons es el dueño del filme: en la piel de un verdadero músico perfeccionista y lunático, nos ha regalado una de las actuaciones más asombrosas de entre las ocho nominadas. Ya galardonado con el premio a “Mejor actor de reparto” por el Sindicato de Actores, tiene altísimas posibilidades de volver a repetir su suerte el próximo domingo.
Con esta película, el especial llega a su fin. No obstante -como nada ha sido librado al azar- fue la elegida para dar el cierre por una única razón: tiene el mejor final de todas las nominadas. Aquellos que pongan especial atención a los finales podrán corroborarlo: no sólo se ve el gesto tan esperado a lo largo del filme, sino que además le deja a uno la bella sensación de que ha visto algo bueno. No hay nada más que agregar. El Oscar a mejor película debe ser para “Whiplash”.