La evolución de lo paranormal

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Así como siempre ha existido el interés por lo paranormal, también existieron y existen los «estafadores de la inocencia», que se valen de temas así para asombrar al público mediante engaños.

Durante el siglo xx, sobre todo en la primera mitad, salieron a la luz numerosas fotografías en las que supuestamente se había logrado captar un fantasma. Para los que saben de fotografía, resulta evidente la técnica utilizada a la hora de obtener esos resultados. Basta con bajar la velocidad de disparo de cualquier cámara lo suficiente (hasta alcanzar un tiempo de obturación de un segundo o dos), y que alguien camine frente a nosotros mientras disparamos; así, al moverse, su cuerpo se torna lo suficientemente transparente y aparece como un verdadero fantasma (si es que así se ven los fantasmas). Este efecto es el que ocurre parcialmente en tanta foto hogareña, tomada con una velocidad de disparo demasiado lenta, insuficiente para congelar a la persona que posa, debido al temblor del pulso del fotógrafo, que por más imperceptible que sea, nunca logra la estaticidad necesaria que aportan los trípodes, de ahí que existan objetivos (los «lentes») dotados de un mecanismo que estabiliza la imagen, o dicho de otro modo, que aquieta el pulso del fotógrafo. Si se combina esa velocidad de disparo lenta con flash, se obtiene esa foto donde las personas aparecen quietas, excepto por sus contornos, los cuales vemos como un aura, además de que el fondo también sale movido.

Hoy, los estafadores de la inocencia han vuelto, y sus estafas se propagan mucho más que antes, se viralizan. Además, ya no lo hacen sólo a través de fotos sino también con videos, y con resultados sorprendentes, gracias a los potentes programas editores que cualquier jóven sabe usar mínimamente bien y que, en manos de los chicos más curiosos, tras ver algunos videotutoriales, crean una mentira que, de tan realista que parece, hasta nos empeñamos en creerla, al menos por un rato, y por las dudas de que sea cierta, hasta la compartimos.

Juan Pablo González

@Hadonauta

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