Las palabras más interesantes del discurso de Raúl Castro en su primera participación en una Cumbre de las Américas no estaban en su discurso preparado. No hay rastro en la copia original allí de la descripción de su inédito aliado en el proceso de normalización de relaciones con Estados Unidos, Barack Obama, como un hombre “honesto”, tal como dijo este sábado ante la atenta mirada del mandatario norteamericano y de los demás líderes del hemisferio.
«Pido disculpas al presidente Obama y a otros por expresarme así, yo mismo le dije que la pasión se me sale por los poros cuando de la revolución (cubana) se trata», reconoció Castro. Y fue más allá: “Diez presidentes (de EE UU) tienen deudas con nosotros, pero no el presidente Obama”, subrayó, allanando un poco más el camino, aún largo, que los dos tienen todavía por delante en la complicada normalización de unas relaciones marcadas por la agresividad y la desconfianza durante más de medio siglo.
Hasta Maduro aseguró que respeta a Obama, «No odiamos a los norteamericanos. Yo soy admirador de Jimi Hendrix y Eric Clapton», «No somos estadounidenses, somos antiimperialistas».
Pero como no podía ser de otra manera, fiel a su estilo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner denunció ante la Cumbre de las Américas la existencia de «golpes suaves donde se utilizan medios masivos de comunicación, con denuncias falsas y asociaciones caprichosas de estados para hacer conspiraciones» bajo el nombre de ONG’s
«Confieso que cuando escuché la noticia (sobre el decreto de EEUU sobre Venezuela) dije ‘debe haber un error’. Me trajeron la orden. Lo primero que hice fue reírme porque resulta absolutamente inverosímil y hasta ridículo que cualquier país en nuestro continente pueda resultar una amenaza de la mayor potencia del mundo, militar, económica, financiera, científica», exclamó Cristina.
«Como también, nadie puede creer que el Reino Unido haya declarado una amenaza a mi país respecto de nuestro propio territorio, que son las Islas Malvinas», comparó la Presidenta.
Además, aprovechó para lanzar una crítica a Estados Unidos, cuyo mandatario, Barack Obama, ya se había retirado del recinto: «Con tanto presupuesto no se entiende cómo no pueden combatir el narcotráfico y haya tantos indocumentados».
