Ubicado en un sitio expansivo en el norte de Illinois, la residencia está diseñada como un conjunto de pabellones de una sola planta distribuidos sistemáticamente en el paisaje.
Al entrar en el sitio, un muro bajo revestido en piedra emerge del paisaje como una introducción a la arquitectura del edificio principal. Los pabellones programáticos están recogidos en un plano de techo ondulante, conectando visualmente la actividad del paisaje natural con la composición dinámica de la nueva residencia.
La entrada principal se encuentra entre la suite del dormitorio en el norte y los volúmenes de sala y comedor al sur. Los interiores del hall de entrada y de servicio están diseñados con planos de techo consistentes a una altura modesta. Al entrar en la sala, comedor, y dormitorio principal, las alturas de techo se expanden en una superficie facetada elegante, abriendo amplias vistas del paisaje de la pradera circundante.
La paleta material exterior se compone de una simple combinación de piedra, madera y vidrio que pretende complementar los árboles, flores y hierbas típicas del paisaje de la pradera local.
Los acabados interiores (nogal, yeso, y una variedad de piedras) fueron seleccionados por sus sutiles colores y texturas, permitiendo destacar al plano del techo ondulante como elemento arquitectónico predominante de la residencia.