Tostado Café Club

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La idea desde el inicio fue recrear el espíritu tradicional de almacenes porteños pero cayendo en la utilización de elemento cliché y representativos. Para ello se trabajó partiendo de la materialidad que para nosotros más representaba a los almacenes: el cajón de frutas y verduras. El resultado intenta describir este espíritu el cual se constituyó a través de la abstracción de estos elementos. En definitiva, construir la decoración no decorar la construcción.

Habiendo participado en la génesis del proyecto desde la creación del concepto general de la marca, la búsqueda arquitectónica intenta en todo momento reflejar de manera integral la esencia del producto. Se parte de un concepto bien claro y ello permite estrechar la distancia entre la imagen y el branding con la arquitectura y el interiorismo.

La espacialidad y materialidad van en una misma dirección, queriendo expresar con contundencia la idea general de la obra. Un contenedor uni-material (pisos y paredes en baldosa calcárea gris grafito) se opone con una pieza volumétrica, también uni-material (el viejo cajón de verdulería) que corona el espacio y delimita situaciones.

Estos 2 elementos a su vez son intervenidos. Al volumen superior construido integralmente mediante cajones de fruta, se le determinan huecos en los que se alojan objetos relativos al concepto desarrollado: tostadoras y cafeteras antiguas, algunos utensilios.

Mono cromatismo claro: Tanto los cajones como dichos objetos están tratados con el fin de lograr una única y sutil textura monocromática. Mono cromatismo oscuro: La piel de baldosas gris grafito fue tratada mediante un pulido que le realza las cualidades intrínsecas del material. El jardín vertical ubicado en la escalera, no solamente invita a bajar al subsuelo, además le brinda una ruptura en el juego monocromático entre los grises y blancos que impera en espacio general.

El equipamiento mobiliario y los equipos de iluminación no solo aportan a la calidez y confort al espacio además integran la marca en sus tapizados.

Con pocos elementos el espacio luce y deja protagonismo al producto de venta: un buen café y un rico tostado.