Venganza Porno: hasta 3 años de prisión

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Es probable que ya lo conozcas, aunque no sepas que era un caso de Venganza Porno. Te llegó por WhatsApp o por otra red social. Un par de fotos. Una captura de Instagram o Facebook. Y el final, un video sexual de una persona «común y corriente»… o de un famoso. Sí, lo más probable es que lo haya compartido alguien sin el consentimiento de la víctima o incluso para vengarse.

Se llama «venganza porno» y es una práctica delictiva que crece en el mundo y en Argentina. Aunque los motores de búsqueda y redes sociales cambiaron sus políticas de contenidos para hacer frente a este tipo de extorsión informática, no hay en el país leyes específicas que la combatan.

La condena a tres años de prisión a Claudio Rosemblat por ingresar de forma remota -e ilegal- a la computadora de una adolescente para robarle fotos privadas y luego subirlas a la web es el último caso público de este tipo de extorsión.

En general el «porno vengativo» engloba a hechos en Internet o en algún tipo de mensajería instantánea en donde la víctima aparece vinculada a contenidos sexuales explícitos que hayan sido difundidos sin su consentimiento y con el fin de causarle algún perjuicio.

El fiscal Horacio Azzolin, a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia, aseguró en diálogo con Télam que desde dicho órgano judicial notaron en general «un crecimiento de delitos facilitados por Internet», y destacó que si bien dentro del universo de delitos informáticos denunciados no está entre los principales, el hecho de que no se denuncien no significa que no existan.

«En general hay casos de denuncias sobre exparejas que roban fotos de un teléfono porque tienen acceso al dispositivo o la clave. Algo similar pero más común son los casos que, vulgarmente, se conoce como hackeos a distancia con fines extorsivos», subrayó Azzolin.